miércoles, 28 de abril de 2010

¡QUÉ ES LO QUE HAN HECHO DE TI, MAMA PACHA!

WAVITA


…¿Por qué lloras, Huascarán,
hasta rasgar tu misma entraña?
(De: Cantos de paz, amor y esperanza, p.33)

La fría mañana del domingo 11 de abril, un bloque de hielo del Hualcán se desprende a una laguna de 195.755 m2, cuyo desborde, de 10 metros cúbicos por segundo, provoca un alud de agua, lodo y piedras que bajando por la quebrada de Shonqui sepulta el valle de Chucchún en el distrito de Acopampa. Los nevados de la cordillera blanca se encuentran agrietados y siguen llorando permanentemente.
Los “desastres” se están desencadenando en todas partes del mundo. Lo que antes ocurría cada 100 años hoy ocurre en el transcurso de un año aprox. Como toda cosa mala, también las causas que originan, así como sus consecuencias, se han globalizado. En estos momentos, “Día de la Tierra”, en que estoy escribiendo este artículo, aún están flotando en el cielo europeo, a 6 000 metros de altura, nubes de ceniza producidas por la erupción de un volcán islandés, que ha interrumpido el tráfico aéreo, mientras un sismo de 7.1 grados sacudía la meseta tibetana, al noroeste de China, matando más de 1140 personas de extrema pobreza. Los terremotos en Chile y Haití son recientes.
¿Se esperaba acaso que la Naturaleza no iba a reaccionar ante tanta majadería del Hombre?


Un Paraíso Natural

A 15 años del aluvión de Ranrahirca, Víctor Ramos Guardia (1983) – excelente médico a quien los huarasinos quisieron perennizarlo designando al Hospital de Belén con su nombre que hoy el gobierno regional quiere echar por los suelos- decía “vivimos en un paraíso que nosotros mismos ignoramos”. Sin duda, pues Huaraz era un paraíso natural. Pero, ciertamente, ¿hasta cuándo seguirá siéndolo?
Como naturaleza, Huaraz es generosa y encantadora, como muy pocos lugares en el mundo. El azul de su cielo -distinguido no en vano como “azul huaracino”- y sus celajes, reflejados en sus risueñas lagunas; la blancura apacible de sus nevados y de las espumas juguetonas de sus cristalinos riachuelos y bullangueros ríos; el verde y sus matices que primorosos se extienden desde los quenuales y kishuares por los ichus hasta los majestuosos árboles de sus valles, desde donde nace el verde-azul-plomo macizo que enarbola el más alto pico del Perú y uno de los más elevados del mundo. La fragancia del aire y las yerbas del campo, el aroma de las flores y frutos silvestres, de sus eucaliptos… hacen posible, realmente, un paraíso, donde las aves más hermosas y los pajaritos más lindos surcan el espacio y cantan en los árboles y en las rocas, donde las tzacuas, las vizcachas, los venados y muchas otras criaturas salvajes han hecho su dulce hogar.




Una cultura adversa a la naturaleza

Sin embargo, pues, no sólo las tzacuas, las vizcachas, los venados y muchas otras criaturas salvajes han sido puestos allí, en ese “paraíso”. También el hombre, racional a diferencia de sus “hermanos animales”, acompañado de su milenaria experiencia, está allí, en el “paraíso”, gravitando enormemente en su conservación y transformación.
En un principio, el hombre fue amigable con la naturaleza, diríamos que estuvo sometido por mucho tiempo a ella, por temor o por amor como fue el caso del imperio incásico. Pero tan pronto como fue “civilizándose”, cambió su conducta con ella; hoy día, pese a su racionalidad y su experiencia, resulta ser el animal más cruel y pernicioso no sólo con la naturaleza, sino, también, con los animales, muchos en extinción.
Hoy, tiempos de grandes cambios y de avances en la ciencia y la tecnología, el hombre, con toda su cultura que ha construido, se ha esclavizado a ese estilo de vida carente de valores morales y humanos, pragmático (competencia, desprecio por la vida), se ha situado muy lejos del concepto de cultura que le proporciona la capacidad de reflexionar sobre sí mismo, que hace de él un ser específicamente humano, racional, crítico y éticamente comprometido. Edgar Morin (2007) en sus “Siete saberes necesarios a la educación del futuro” escribe: “La comunicación triunfa; el planeta está atravesado por redes, faxes, teléfonos celulares, módems, Internet. Y sin embargo, la incomprensión sigue siendo general”.
Desarmado de su lucidez, hoy, el hombre se ha puesto a adorar la sensualidad, el egoísmo, la competencia, se ha olvidado de otros conocimientos más humanos como la axiología, la teleología, la moral y otras armas más que posee la filosofía y la educación.
Estamos entrando a la segunda década del tercer milenio sin comprender aún ¿quiénes somos?, ¿dónde estamos?, ¿de dónde venimos?, a ¿dónde vamos?; pero sobre todo, sin muchas esperanzas para mejorar nuestra conducta con el medio ambiente. La Cumbre de Copenhague realizada en diciembre último (2009) para limitar las emisiones de gases tóxicos que envenenan el medio ambiente y producen el efecto invernadero, se perdió en enfrentamientos y discursos, principalmente entre Barack Obama y Hu Jintao presidente de China (sus países producen el 41% de las emisiones del mundo y el Perú estando entre los cinco países más afectados por el calentamiento global, apenas su emisión está por 0.4% del total producido).
Es, pues, ese estilo de vida egoísta y ese comportamiento vacío de valores, los que han generado una cultura de enfrentamiento suicida con la naturaleza, que, por lo demas, resulta insostenible ambientalmente, socialmente y económicamente.
Nuestras autoridades, en general, quienes deben de velar por la conservación del ambiente ecológico (y estar preocupados también por la ecología social), están más interesados en trabajos visibles como inmensas edificaciones, parques, a fin de asegurarse la re elección y tal vez –muchos- sus “comisiones”; las instituciones educativas (cada vez más centralizadas en Lima) están convertidas en centros de instrucción y adiestramiento y no están preocupadas en el desarrollo pleno del ser humano ni en su formación integral; la población en general ignora o “prefiere ignorar” lo que está sucediendo con el medio ambiente; el campesino pobre y los marginados en la ciudad, que son los que más están expuestos al aire contaminado por las mineras, los vehículos de transporte que emiten C02 (Huarupampa), del basural cerca de sus narices (Quillcay), no tienen la educación adecuada para contrarrestar porque ésta, jamás fue incluyente ni descentralizada.

Huaraz- Foto wavita


El Planeta tiene “fiebre”

El efecto invernadero es un fenómeno natural, importante para la vida en la Tierra, pero la intensificación de las concentraciones de gases, al impedir que escape al espacio las radiaciones infrarrojos, está produciendo el calentamiento global (de todo el globo terrestre); es decir, un aumento de la temperatura de nuestro planeta que es causa de la fusión de porciones del hielo polar y el deshielo de los nevados, que hace que el nivel del mar aumente, que la magnitud y frecuencia de las lluvias también aumenten debido a un incremento en la evaporación de los cuerpos de aguas superficiales.
La intensificación de la concentración de los gases de efecto invernadero se debe al uso de la energía en centrales termoeléctricas, a las industrias contaminantes (las mineras en Huaraz por ejemplo), circulación de vehículos, basurales, hasta el humo del cigarrillo, es decir, todo aquello que libera gases que suben a la atmósfera e impiden que el planeta se libere de sus rayos infrarrojos.
Este calentamiento global, es sólo un aspecto de la reacción natural a esa cultura que ha construido el Hombre y ha puesto al borde de la guerra la relación naturaleza-hombre; hay otras atrocidades que están causando daño a la naturaleza, como el adelgazamiento de la capa de ozono, el cambio climático, la desertización; y otras más selectivas a nivel local como contaminación.
¿Tiene cura la enfermedad que adolece el Mundo, de la que el culpable directo es el Hombre? ¿Pondrá el Hombre todo su arsenal científico y tecnológico para salvar la tierra? ¡Mas le valga!.

Algunas interrogantes a manera de conclusiones

¿No es lógica la reacción, al fin y al cabo suicida también, de la Naturaleza que estamos presenciando cada vez más a menudo, como respuesta a todas las majaderías y daños que el Hombre ha emprendido contra ella desde hace mucho tiempo? ¿Tuvo que ver el terremoto del 31 de mayo 1970 con las constantes explosiones nucleares en el Pacífico?¿Tiene escondidas, la ciencia, respuestas a estas interrogantes o no hay investigaciones científicas cuando se trata de temas que develan intereses poderosísimas?.
Solamente podemos asegurar que tendremos muchos terremotos más. Que habrá desbordes y aluviones como podemos colegir de la lectura de un reporte que “El Comercio publicó el domingo 9 de agosto del año pasado (“Huaraz: Población en riesgo por falta de prevención) o más recientemente del Canal 7, cuyo equipo periodístico fue el primero en llegar a la laguna 513 después de su desborde el pasado 11 de abril?
Sí, pues, la revolución industrial modificó la relación Hombre- Naturaleza, y la cultura empezó a desarrollarse en base a la ciencia, tecnología, mercado, valor del dinero y fue perdiendo la ética como “brújula” de sus actos, mientras que la Tierra empieza a sufrir los embates de esta moral de la libertad económica. Esta interrelación, cultura-naturaleza, de continuar sin modificarse, nos dice mucho de lo que sucederá con nuestro planeta y en particular con nuestro Huascarán. No fue premonitoria los versos de nuestro Cantos de paz… (supra)? No, para nada. Huascarán y sus hermanos Huandoy y Hualcán vienen quejándose, con lágrimas deslizándose por sus mejillas, desde hace muchos años atrás. Hoy han empezado a caerse por pedazos.
Walter Vergara, especialista en Desarrollo Ambiental para América Latina y el Caribe del Banco Mundial (BM), entrevistado por “El Comercio” (31.01.09), sostiene que el ecosistema de montaña se calentará mucho más rápido que como se está calentando el planeta en promedio; que “La Cordillera Blanca en algún momento no será blanca y posiblemente el proceso sea irreversible, quedarán remanentes pequeños de glaciares cuando se estabilice la temperatura”. Añade, el especialista del BM, que el agua para las ciudades de altura será difícil de obtener.
Nosotros, los de a pie, solo juntaremos nuestras manos ante el apu más grande y bello de la cordillera blanca para decirle No llores, Huascarán/ hasta rasgar tu misma entraña … Y de rodillas caer al suelo para pedirle a Dios su sola mirada a tanta miseria humana, que nos está conduciendo a la muerte y destrucción.

martes, 20 de abril de 2010

HERMOSOS RÍOS HUARASINOS… SUCIOS Y ENFERMOS

Walter A. Vidal Tarazona

A veces uno llega a pensar como que las cosas tienen que ensuciarse irremediablemente. Como que aquellos ríos, tan limpios y bellos, tienen que terminar sucios y horribles; enfermarse, como diría Aquiles Figueroa para el río Santa (“Alma libertana” Nº3)… Con razón dicen que el hombre es el animal más depredador de la naturaleza. La explota, la “enferma” y la abandona a su suerte.

Hace un poco más de cincuenta años solíamos bañarnos en sus cristalinas aguas del río Paria, a menos de un kilómetro de nuestro querido Colegio de “La Libertad”, otro tiempo glorioso y único colegio de Huaraz, que, gracias a Dios, cada año, en su aniversario, acoge con cariño a sus distintas promociones, particularmente, a las que conmemoran sus Bodas de Oro. Así, en el mes de septiembre del 2006, un grupo de ex alumnos libertanos viajamos de Lima y otras ciudades con una idea renovada para ayudar a que el Colegio supere sus debilidades y brille con la calidad de excelencia académica como antaño. La idea se tradujo en un gesto simbólico: un baño de limpieza general del cuerpo y el alma para renovar -autoridades, profesores, alumnos, padres de familia y ex alumnos- el “compromiso de honor” con nuestro querido Colegio.

Para lo cual, en la mañana del jueves 18 de la fecha señalada, emprendimos una caminata desde la Alameda Grau en busca de aquellas cristalinas aguas del río Paria. Al llegar sufrimos una horrorosa decepción: encontramos, aquel hermoso río de cristalinas aguas, en estado calamitoso en su lecho negrusco orillado de un basural hediondo. No fue su helada agua que nos hizo tiritar, esta vez fue la indignación. ¿Por qué?...

¡Señores autoridades de la región, señores alcaldes, señores vecinos y población en general!, ¿qué daño nos ha hecho el Paria para tenerlo de esa manera?...

Pareciera que a nuestras autoridades les gustara hacer sólo obras que se ven; cuanto más grande, mejor, más rédito político. ¿Las obras “invisibles” como educación, sanidad, seguridad, por qué no…?.

Esto que sucede con el río Paria, o el Auqui o el mismo Quillcay, es básicamente un problema de falta de educación. Nos gustaría que los señores burócratas, que tienen por misión educar a la gente, dar salud a la población y seguridad al ciudadano, dejaran sus escritorios una vez al año y, acompañados por el personal respectivo, emprendieran una jornada de limpieza a estos ríos y riachuelos que dan belleza y agua a la ciudad. Se enseña con el ejemplo. Si los vecinos de las márgenes del río arrojan sus basuras a su orilla, si la población en general no tiene conciencia del daño que se está ocasionando al agua y al medio ambiente, es por carencia de formación en valores y debido a una baja autoestima. No se debe pensar en gigantescos proyectos de inversión, sin antes de hacer tareas sencillas como limpiar las orillas y lecho de los ríos, lagunas y lagos.

El acto simbólico programado como actividad por el día del Colegio fue empañado, pero no tanto como para impedir que nuestro compañero de la promoción “16 de Agosto de 1956”, Federico Zímic y algunos alumnos, se sumergieran en sus heladas aguas en representación de todas las personas involucradas con nuestro Colegio.

Rogamos al Señor para que nos ayude a superar estas deficiencias humanas.

ILUSTRACIONES
¿Qué daño nos ha hecho el Paria para tenerlo de esa manera?

Prof. Pílade con el estandarte del Colegio. Lo acompañan Federico Zimic y los alumnos, en el río Paria.

Walter Vidal y Néstor Espinoza, en el río Paria.
Basura en el lecho del Quillcay.

Más basura orillando el Quillcay.

jueves, 15 de abril de 2010

INTEGRACIÓN FAMILIAR - 4 ABRIL 2010

Con motivo de la visita de Lisset y su familia, así como de Sofía y Josué a Lima, la familia se reunió en torno suyo en casa de Miguel y Consuelo. Tenemos vistas de este reencuentro amoroso. Hubo un discurso con tal motivo del suscrito.












Finalmente...
... La silla vacía, esperando
a la hermana María, que recientemente se ha ido. Su espíritu
está allí con ellas.


PALABRAS DE BIENVENIDA A TIA NATALIA, LISSET, ALAN, SOFÍA Y JOSUÉ RESIDENTES EN CANADÁ.

Tiene sentido decir que este grupo humano está de fiesta. No importa saber ahora si es bueno o malo esta globalización que nos toca vivir y que lo poco que podemos pedirle es que favorezca reencuentros como este. No sé lo que suceda con los cambios de clima que está viviendo nuestro planeta, sólo sé que hoy estamos de fiesta porque hay un incremento del calor humano en esta familia.

El reencuentro a que nos tiene acostumbrado nuestra linda L
ichy no es nada circunstancial. Lo que voy a tratar de decir es que esto es mucho más que un protocolo familiar de bienvenida a alguien que ha estado, un poco más de 15 años, fuera de nosotros.

Los retornos de lisset tienen un alma, este en particular, tiene un mensaje. El reencuentro con lichy marca siempre un hito de integración familiar. En un simple lenguaje se puede resumir así: Lichy viene y nos dice los quiero y nosotros con los brazos abiertos le contestamos te queremos Lisset.

Es decir, el asunto de fondo es el amor, ese calor humano familiar a que hemos hecho referencia. Los seres humanos, a diferencia de otros animales, somos seres reflexivos, actitud que está haciendo mucha falta hoy dia para preservar la vida.

Entonces, pues, quiero seguir desentrañando ese mensaje que trae Lisset cuando quiere, presencialmente, estar, así sea un rato, con nosotros. Vale decir, quiero preguntarme el porqué, o mejor, de dónde viene ese cariño desbordante a la familia como instrumento de integración.

Tengo una hipótesis. Para sustentarla voy a tratar de hacer una breve referencia sólo a la familia que le viene por tia ñata.

Lichy no conoció a su abuelito Ángel, a quien le llamábamos en Huacaybamba, con mucho respeto, Papá Ángel.- tendría más o menos 20 años cuando llegó a Lima, tras un viaje de 30 días desde su Huacaybamba, queriendo abrir camino en su vida, porque la que llevaba en su tierra no le permitía expandir su espíritu de lucha.- Estamos hablando, años menos o años más, de 1880. Lima estaba en caos total y amenazada por los chilenos, no había una brújula para una salida decorosa porque, como está sucediendo hoy, las castas que tenían el poder económico estaban con chile. Posiblemente el abuelo, por entonces un mozo de unos 20 años, entendió a su manera o no talvez, pero el hecho es que se regresó a su Huacaybamba. Pero no descansó hasta abrir otro horizonte, por el lado opuesto geográficamente, esta vez: la selva, donde construyó bellos fundos en base a un trabajo fuerte, y vivió allí principalmente con sus menores hijas, pues los hijos mayores jalaron por la ruta Ancash- Lima.
Sin embargo la que decididamente se lanzó por estos lares en busca de mejor horizonte fue tia Ñata quien finalmente ancló en Pedro Ruiz 278- Breña. Estamos ya hablando de los años 40, 50 y 60 del siglo xx. ¡Pedro Ruiz 278! cómo no recordar esa linda casa hecho hogar en donde hemos vivido casi todos los hijos de los hermanos de tia, de tío Ismael a tia Julia. el principal motivo fue que ni Huánuco ni Ancash tenían universidad en esa época. No había otro sitio que Lima para seguir estudiando. Entonces, pues, aquella casa vio desfilar a los tíos y primos de Lisset, hoy presentes, casi todos aquí.

De modo que, en Lisset, se forma el concepto de familia algo así como un hogar ampliado, con tia Ñata haciendo de madre, de amiga y formadora de nuestras personalidades. Aquí es justo testimoniar nuestro homenaje a tia Ñata, lo hago en nombre no sólo de sus sobrinos que me han encargado hacerlo, sino, también, de sus hermanas presentes y la mayoria ya ausentes, homenaje de gratitud por su amor y entrega a la familia.

Tía Ñata, muchas gracias es poco por lo mucho que nos has dado con cariño y abnegación.

Bien, ahora sí, ya es fácil concluir, que hay algo de esa sangre que fluyó por Angel Tarazona Apéstegui, fluye por tia Ñata y pasa hasta Liset. Posiblemente la ciencia tiene su nombre, pero yo lo llamo sangre, simplemente- Flujo que explica el porqué de ese cariño desbordante que hace que los reencuentros con Lisset tengan corazón y alma.

Amigos, familia, muy querida tia Ñata, queridos Lisset, Alan, Sofía, Josué, quiero cumplir, con el honroso encargo de daros la bienvenida al Perú y a la familia, deseandoles una feliz estadía por el tiempo de permanencia entre nosotros.
WAVITA



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