jueves, 29 de diciembre de 2011

Cantos para el gorrión

Continuación...

Gorrión andino en Lima

GORRIONCILLO SURCANO

Pico de oro, gargantita de lata
solitario pequeño gigante,
corazón, puño, beso, canto,
inmensos, erguidos.

Estremecida flauta
de plumas y ceniza.
¡Hermano pichuichanca!

¡Oh! cómo esperamos aquí
tu garbada presencia en abril,
gras, flores, ramas sedientas,
hermano pichuichanca.

Erguido al cielo, viento, aguacero
de sur a norte, cordillera, mar,
tu canto, piquito de oro,
es vocecita de lata y cascabel.
¡Hermano pichuichanca!

II

Mi Huascarán azul, colosal
está en ti.
Mi tierra colorada, hermosa
está allí.

En tu canto matinal,
filtrado por el ventanal,
mi vida, mis sueños,
borbolleando están allí.

Cuando sinfonizas
con los chivillos, me rescatas
alma, cuerpo, espíritu.

Me liberas del mundo
sangrando cada mañana
en la ventana virtual.

III

No sé. ¡No sé! si estarás allá
a donde partiré sin retorno.

No sé si seguirás repicando
bienaventuranzas,
cuando abro mis ojos.

Alegre gorrioncillo surcano,
puño, beso, viento, cielo.

Cascabel de estremecidos
huaynos de mi tierra andina,

¡Yo te saludo!

         FRANCISCO
                                              Al P. Juan Moya

De la fronda cogeré versos
de chivillos y gorriones.

Con el perfume del eucalipto,
subirá un ramillete de amor.

Cantos floridos de alabanza
a Francisco, como incienso.

Parará la lluvia de avecillas
muertas en Arkansas.

Dejará de teñirse el mar
de sangre de ballenas.

No más deporte de animales
cabeza de sesos putrefactos.

Tus hermanos sol, tierra, agua
todavía alimentan, amorosos,
a nuestro hermano gorrión.

GORRIÓN MIGRANTE

Cuculí hermana de la luz,
yo a ti te encontré en Lima,
cuando me vine…

Pero tú, pichuichanquita,
¡cerca al mar!
¿En la universidad deletreando
“Chimpún Callao”?

¿Quién te enjauló?
¿Cómo escapaste?

Huaynito en parda espalda,
volando, saltando, cantando
¿del Ande acaso bajaste
paisanito?

Tú, gaviotita de la fronda azul,
viajera, dime, ¿soy yo o brisa
con quien juegas a besitos
en el mar?

La Marina
      La Perla
            Bellavista…
¿esperándonos estarán
cuando ya no estemos aquí?

            Tú,
héroe bajado del Ande,
no sé cuándo ni buscando qué…

            aquí,
a la distancia de tu cariño
que nos ata,

            estarás
aguaitándome desde el árbol amigo,
tal vez desde el grueso cable opaco,
que a saltos recorres como pregón,
nuestra calle Pregoneros…

            mañana, cuando no esté aquí.

                   º º º

LACERANTE DESPEDIDA

Un
piu-chiuu—chiu-, apagada,
como pregunta crucificada
en la cumbre de su soledad.

¿Lacerante despedida, gorrión?

No es piedra disparada al pecho,
para cuyo dolor, agua cristalina
del puquialito o del riachuelo.

Él está herido de cuerpo y alma…

Es la ciudad, cemento, petróleo,
aceite, encharcados en su vientre;
es su propio piquito compacto
que lo va matando poquito...

AÑORANDO ...

Hoy cantaré versos a la fronda oscura
Sé que exhumaré villancicos rotos
amainando una tormenta en mis ojos,
esta noche, Noche Buena.

DESCRIPCIÓN...

Vengo de mirar las olas orillando
con sus blondas blancas
cantos rodados del acantilado.

Es navidad, navidad de parque,
con palomas blancas quitándose
espacio en la iglesia, mi navidad
número sesenta y nueve.

Con noche canora, colores
rostros azules, carros agitados.

Diminutas luces del Campo Ferial
llegan hasta la solitaria cuculí
posada en la cabeza de Túpac Amaru.

La música pirata canta villancicos,
en el aire del océano recorriendo
olores encharcados de Castilla a Echenique.

¡Y yo queriendo exprimir una poesía
así sea la última de mi vida!

LA TIERRA SE ROMPE

Afiebrado mundo,
¿Encontrarás algún Refidín
donde acampar tu cansancio?.
¿Alguna Horeb donde saciar
tu sed de justicia cristiana?

La Tierra es una, natural.
El hombre se partió en dos:
quien sufre y quien hace sufrir.

Hace sufrir de Chagas en Chaco.
Con maíz transgénico
el hambre no sepultado en Haití.

Tal vez la Tierra destruyó viviendas,
pero el hombre quitles terreno,
con hambre y todo, a todos.

La Tierra está afiebrada, el hombre,
conectado a su celular,
con su bomba y su moto sierra…
¡El hombre está loco!

ROJA Y BLANCA

Roja y blanca, mi nación,
de ser oro no tiene noción, 
de ser agua, de ser canción.

Me duele mucho su dolor
de suelo despedazándose
por vil dinero saqueador.

Su pueblo olvida quienes
le abrieron herida, le vaciaron
su bolsillo y su vientre.

Olvida que hacha más azuela
y droga es política del dinero
sucio, ruin, devastador.

HUACAYBAMBA
                                                      A mi madre María

¡Ah…! Aquel eucalipto de Florecillas.
Abajo, aquellos capulíes de Pilanco,
que cobijaron mi niñez amarillenta.

No me imagino hecho lecho de lechuzas,
achacoso mástil de terrucos pacapacas,
¡No me imagino araposo!

Quiero quedarme con su retrato,
de noble robusto recio señor eucalipto,
colgando nidos de ruiseñores vistosos.

Prefiero recordarle aún erguido
con mis dedos de leche tocándole su pie,
con picaflores acariciándole su cabellera.

Ah… y las
columpiándose como frutillas diminutas,
erguidas en su copa erguida.



CINISMO

Si mañana no estoy aquí,
cantando los villancicos
más tiernos del mundo,
digo, por sí ocurra eso,
es porque en Venus estoy
cantando los poemas
más cínicos del universo.

  º º º  
                           FIN



   


       


   
                    
             
pichuichancas en sus ramas
del parque liderada por el eucalipto.

Lejos, hoy, el viejo río, el trigal azul,
la luz de retama, el brillo del capulí.

A sus ramas colgadas de chivillos.
Lejos, hoy, el diminuto pichuichanca
saltando esbelto en el empedrado.

Pintaré mi ventanal y el cable tendido
en la calle con solitario gorrión.
Hoy es navidad…

viernes, 23 de diciembre de 2011

NAVIDAD DE MI TIERRA PISCOBAMBINA

             Juan Rodríguez Jara.


NAVIDAD DE MI TIERRA PISCOBAMBINA

Los villancicos y reflexiones han llegado, en fiesta,
entregándonos músicas celestiales para meditar
y dar gracias por el largo camino recorrido al andar;
gracias a la vida y nuestra amistad que nos hermana.

La paz sea para todos y el futuro una ventana abierta;
para la realización de nuestros proyectos y sueños.
En unión y paz lo que hemos planificado logremos,
haciendo grande y conocido nuestro Piscobamba.

Pueblo trasandino de Áncash, digno y generoso,
donde el eucalipto más grande del Perú, tiene su hogar.
En navidad rondarán su plaza gigante los pastorcitos,
los uritus se multiplicarán en dedos infantiles.

Mis paisanas solteras, lucirán racimos de flor navideña
en sus sombreros, atados con cintas multicolores,
para mirar a los mozuelos y danzar en los nacimientos
confundidos en un desbordante mar de alegría.

Los ancashinos vivamos en navidad siempre;
defendamos nuestras aguas para la vida,
roguemos a Diosito:  el mundo cuide
y tengamos el paraíso en armonía.


Saludo a todos los que supieron darme su amistad y me dedicaron algún minuto de su vida. Saludo a los caminos que se multiplicaron por las colinas en mi niñez, saludo a los árboles que me dieron sombra dialogando con el calor o la lluvia de mi sierra, saludos a las aves de los campos, no obstante estar libres me brindaron sus cantos, saludo a los pastores que detrás de los rediles o carrales, hacen sonar sus canciones en sus flautas o violines, hacían fugar las notas musicales. Saludo al riachuelo o acequia que me brindó sus refrescantes gotas de la vida, aunque ahora se están ausentando de mis caminos, devorados por la minería informal. Agradezco a ti y a todos por leer mis líneas y recordar mi tierra piscobambina, lejana; pero presente hoy por estas navidades.
                                    FELICIDADES EN TODA LA VIDA.
                                          Diciembre del 2011.
                                                Juan Rodríguez Jara, el autor  (al centro)