lunes, 24 de febrero de 2014

ALMA LIBERTANA Nº 8


Portada de la revista.


EDITORIAL

 Qué tan distante estamos de nuestra palabra empeñada.

         Decíamos, en el primer número de “Alma Libertana”, que nuestro propósito (con esta revista) era plasmar un sentimiento y trasmitir un mensaje. El sentimiento: gratitud a la bella ciudad de Huaraz, que cariñosamente nos cobijó durante cinco felices años, y al glorioso Colegio de “La Libertad” que acrisoló a una juventud de estudiantes venidos de distintas lugares de los departamentos de Ancash y Huánuco. El mensaje: nuestro compromiso de “Reconstruir el prestigio y la categoría del primer y más antiguo centro educativo del departamento”.

         Ambos propósitos consolidados en una principal estrategia general: trabajar por el mejoramiento de la calidad de la educación, en este caso, tanto de la educación formal (Colegio) como de la informal (Ciudad). Entendiendo por educación formal, la que se imparte en escuelas (colegios, universidades) con profesores, tecnología, contenidos (currículo) e infraestructura; y por educación no formal la, no sistémica, que se adquiere en la calle, en la casa, muchas veces como negación de los principios educativos; educación a la que también el Estado debe orientar, pero no lo hace porque la actual Constitución no le permite; aún más, al promover la privatización, no solo que la educación se ha convertido en un negocio más, sino que, los medios de información, que básicamente monitorean la educación no formal, son intocables.

         En razón de tal estrategia (supra) es que, nuestro vocero, siempre ha condenado la corrupción, pues esta lacra se da porque la educación no está cumpliendo con el propósito que hoy en el mundo es el más importante: valores. Walter Peñaloza nos ha dejado una reflexión en el campo pedagógico al referirse a los Propósitos de la Educación (2003), entre los cuales, insistimos, hoy día, fundamentalmente en el Perú y nuestra región Ancash, el más importante –sin duda- es desarrollar y formar actitudes valorativas, tanto en la escuela, colegio, universidad, como en la casa, la calle, la iglesia y todos los lugares donde es posible cultivar valores; creemos que la educación, por su vertiente moral, tal vez, es el único instrumento de salvación que le queda al hombre.

         En razón de tal estrategia es que, también, paralelamente a nuestras críticas, hemos tratado de entregarles, a ustedes amables lectores, selectos artículos de corte cultural básicamente, formativos antes que informativos.

         En esta octava entrega, hemos escrito una sucinta remembranza de nuestras acciones emprendidas; resalta sin duda la palabra escrita en esta revista que llegó a su número ocho. En sus páginas jamás faltaron los artículos aleccionadores de nuestro muy prestigioso libertano Don Manuel Reina Loli, a quien sea motivo ésta para expresarle nuestra más profunda gratitud. Esta vez nos obsequia un trabajo referido a la cultura ancashina en el siglo XVIII. El Arql. Steve Wegner, incansable investigador y amante de la cultura ancashina, nos ha hecho llegar un importante material de su hallazgo, relacionado a uno de los directores más preclaros que ha tenido nuestro Colegio. En el campo de la literatura ancashina tenemos un trocito de lo que será el primer libro de la literatura ancashina -que tanta falta nos hace- que está escribiendo nuestro inquieto escritor libertano Prof. Carlos Toledo Quiñones. En la misma línea, Nelly Villanueva nos hace reflexionar sobre el encuentro en la eternidad (2001) de Carlos Eduardo Zavaleta y Ernesto Sabato Ferrari, dos  escritores latinoamericanos de talla universal. Siempre en todos los números “Alma Libertana” ha tenido un espacio para el mensaje de los libertanos que regresan a su alma máter para festejar sus bodas de oro; esta vez le tocó a la promoción 1963; con los pormenores de la fiesta del/para el recuerdo nos deleita nuestro amigo, periodista y escritor del Paraíso de las Magnolias, Carlos Garay Veramendi.

         Finalmente, queremos decir que mientras los “políticos” en el parlamento se pasan el tiempo aburriendo al pueblo con discusiones que no conducen a plantear soluciones a los problemas nacionales (pobreza, corrupción, calidad de la educación, en particular la universitaria, depredación del medio ambiente, consumismo, tendencia a la monopolización de los medios de información), los males tienden a agudizarse. Esta actitud de la mayoría de los congresistas es la que a muchos ciudadanos los lleva o bien (1) a la indiferencia, (“El opuesto del amor no es el odio,  pero si la indiferencia”, dice el gran  Leonardo Boff), o bien los conduce (2) a la mediocridad, a ser repetidores de los medios masivos de información, que a su vez, maquillan los entredichos de los “políticos” a los que nos estamos refiriendo. Ambas alternativas, opuestos a los principios educativos, terminan anclados en el templo del endiosamiento de  los bienes materiales, el egoísmo y desconocimiento de lo que es compartir (“La Tierra está dando señales inequívocos de que ya no aguanta más“, alerta el gran Leonardo Boff).

         Pero nosotros, curados del aburrimiento que amasan nuestros “políticos” (muchos ya en campaña electorera), quijotes al fin, seguiremos buscando un alivio a este sistema enfermo -donde cada cinco segundos un niño menor de  cinco años  muere de hambre o desnutrición-  debido al modelo moral de poseer dinero por poseer, modelo perverso que deja a la gente sin protección al acoso del consumo, modelo constructor de indiferencia, un mal que se está generalizando también en un considerable sector pensante. Cual quijotes, seguiremos hasta “quemar” el último “Alma Libertana”. WAVITA




Contra portada: Decreto del Congreso Constituyente firmado por el Presidente Gral. JOSÉ DE LA MAR,
creando el COLEGIO DE LA LIBERTAD
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