martes, 22 de diciembre de 2009

Alma libertana Nº 4 - 16 de Julio del 2009


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Escriben:
Steven Wegner, Manuel Reina Loli, Hugo Medina Guzmán, Elmer F. Neyra, René A. Obeso, Luis Vergara, P. Juan Moya, Carlos Vivar, Walter A. Vidal, Federico Zímic, Carlos Garay, Néstor Espinoza.

Editorial:
"[...] a los tres años de su nacimiento, la revista encuentra un panorama general, cuyo trasfondo, a nivel mundial, es esta crisis económica que, comprometida con la moral por la creciente corrupción en el sistema económico global, reventó por la burbuja más inflada: la financiera. El país, gracias al comportamiento macroeconómico en el periodo previo -reflejada en cifras como la cuenta corriente en la balanza de pagos que en el año 2004 fue positiva después de 25 años (aunque se mantuvo así sólo hasta el 2006) o la relación de intercambio que se mantuvo creciente a partir del 2002 hasta el 2007- robusteció sus reservas con las que hoy se está enfrentando la crisis mediante un impulso de la inversión pública, cuyo resultado va a depender de la transparencia y eficiencia de los entes encargados de ejecutar los programas previstos para revertir la crisis. Es ésta la oportunidad para que nuestros gobernantes se den cuenta que primero tienen que ver nuestro interior y buscar el desarrollo del país con equidad y sostenibilidad, y después recién mirar el exterior, con ventajas competitivas y estableciendo reglas claras para la inversión transnacional a fin de preservar nuestros recursos y el medio ambiente; que reflexionen sobre los beneficios sociales que trae la creación de valor agregado a nuestros recursos; que el Estado atienda también a los grupos minoritarios que habitan la sierra alta y la selva, ellos son tan peruanos como los marginados de la metrópoli limeña afincados mediante la invasión de terrenos para ofrecer mano de obra, mercado y votos, ellos por lo menos cuentan con la asistencia cercana de agua, luz, hospitales; que se supere definitivamente la exclusión de peruanos que viven en las fronteras, mediante una presencia más integradora y humana del Estado. [...]"

"RIO SANTA". Poema de José Ruiz Huidobro Suero.

Río Santa…
Bello río milenario…

Para hacer un paraíso
que te sirva de escenario,
en las tierras bien amadas,
en las tierras ancashinas,
han rasgado su estructura
las cordilleras andinas.

Río Santa…
grande río majestuoso…
allá lejos, allá arriba,
en paraje venturoso
es tu cuna de aguas quietas
manso lago cristalino
enclavado en las mesetas
del panorama andino.
Al nacer apenas eres
un hilillo de agua pura.
Juguetón y vocinglero
que se marcha a la ventura
por los riscos y ribazos
cual chiquillo callejero
y desciendes presuroso
recogiendo en los caminos
de riachos y de arroyos
los caudales diamantinos.
los deshielos de las cumbres solitarias
que se embriagan de remotas claridades
en tí vierten esplendencias luminosas
y son líquidos diamantes
en tus aguas rumorosas
los destellos de los astros rutilantes.

Río Santa…
bravo río aventurero…

Cuando bajas de las tierras altiplanas
cual osado caminante
que abre trocha si no encuentra su sendero,
te aventuras por las pampas misteriosas
y tus aguas van ufanas,
invencibles, orgullosas.
Bellos lagos fraternales
cuando pasas a porfía.

Con tus limpios raudales
te tributan pleitesía.
Y…así avanzas, caudaloso, prepotente
de las cúspides al llano,
de las pampas a los valles,
de los valles al océano…

Río Santa…
viejo río legendario…

En tus márgenes risueñas
mil batallas se libraron
en los tiempos del incario
huestes recias las cuzqueñas.
Despedazan a los Huaylas
y tus ondas transparentes se empurpuran
con la sangre de los bravos luchadores.
Por el norte irrumpen luego
la invasión y la conquista
con los fieros agresores
de Atahualpa en Cajamarca,
que imponiendo sumisión
y exigiendo vasallaje,
atraviesan la comarca
ellos traen las cadenas
de tres siglos de sombrío coloniaje,
aquellos conquistadores
que mancharon sus proezas
con la sangre de la víctima vencida,
con la sangre del monarca que les diera
con medida desmedida,
las soñadas y fantásticas riquezas.

Río Santa…
en las horas de la gesta libertaria
exultantes acamparon a tu vera.
Ya nimbados por la gloria,
esos próceres varones,
cuya espada de portento
trazó rumbos en la historia,
libertando a los hombres y a los pueblos
y creando más naciones.
Allí el genio visionario de Bolívar,
en la curva cenital de su destino.
vislumbró la afirmación de la epopeya.

Allí, Sucre el magnífico,
taumaturgo de la Iliada americana,
brotar hizo de tus próvidas orillas,
los cohortes de soldados,
las falanges de centauros
que en los llanos de Junín
y en las pampas de Ayacucho,
coronaron sus hazañas
con trofeos y con lauros. [...]


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