Nº 6 - Febrero 2006
OFICINA DE CALIDAD ACADÉMICA Y ACREDITACIÓN UNIVERSITARIA
Juntos para un mundo mejor
EDITORIAL
El desarrollo económico y social del país, sin la educación superior, es algo que no cabe en la imaginación de nadie. Tal vez sólo en la mente de los sucesivos gobiernos que, incluso congresos y demás poderes, han considerado siempre a la educación universitaria como asunto de poca importancia.
Visto este problema más de cerca, éste no es de ahora ni se debe solamente al desinterés del Estado y la sociedad en la asignación de recursos, sino también a su administración anacrónica, burocrática, ineficiente y poco honesta; a una "gerencia" en función de intereses personales o de grupo y no en función a su visión, misión, objetivos y estrategias de desarrollo. No sabemos en qué magnitud este problema endógeno es causante de la baja calidad académica y la escasa investigación científica en nuestras universidades.
Sin embargo, ha llegado a vastos sectores universitarios la serena preocupación de poner fin a esta forma de inercia que parecía no tener cuándo acabar. Al fin se entiende que, la educación universitaria es "superior", cuando profesores y estudiantes comprendemos nuestra praxis cotidiana en las aulas, cuando tomamos una posición crítica de nuestra pedagogía.
Si esto no sucede, ¿cómo queremos formar profesionales exitosos en su desempeño, con altos valores morales y sólidos principios sociales para que lideren la sociedad a la que servirán con sus conocimientos?
Esta preocupación, que ya no es ajena a nosotros, nos conduce ineludiblemente a la autoevaluación. No podemos seguir inactivos observando que una universidad del Estado, abandonado por él, siga a su suerte. Docentes, estudiantes, egresados, administrativos somos parte de este Estado peruano, y como tal tenemos capacidad de autorregularnos. Para ello tenemos que empezar por algo elemental y lógico: autoevaluarnos con la visión certera de ir mejorando de manera continua. No podremos llegar a lograr la calidad académica deseada ni la investigación científica productora de ciencia, tecnología e innovación para el desarrollo, si no nos proponemos como misión de nuestra tarea la forja de un nuevo tipo de profesional que la región Callao, el país y el mundo requieren. Bajo esta línea de acción es que la Facultad de Ingeniería Química ha iniciado ya el proceso de autoevaluación. La Comisión CAAU continuará con la formación de los comités de autoevaluación en las demás Facultades de nuestra universidad y también con el proceso de sensibilización.
Visto este problema más de cerca, éste no es de ahora ni se debe solamente al desinterés del Estado y la sociedad en la asignación de recursos, sino también a su administración anacrónica, burocrática, ineficiente y poco honesta; a una "gerencia" en función de intereses personales o de grupo y no en función a su visión, misión, objetivos y estrategias de desarrollo. No sabemos en qué magnitud este problema endógeno es causante de la baja calidad académica y la escasa investigación científica en nuestras universidades.
Sin embargo, ha llegado a vastos sectores universitarios la serena preocupación de poner fin a esta forma de inercia que parecía no tener cuándo acabar. Al fin se entiende que, la educación universitaria es "superior", cuando profesores y estudiantes comprendemos nuestra praxis cotidiana en las aulas, cuando tomamos una posición crítica de nuestra pedagogía.
Si esto no sucede, ¿cómo queremos formar profesionales exitosos en su desempeño, con altos valores morales y sólidos principios sociales para que lideren la sociedad a la que servirán con sus conocimientos?
Esta preocupación, que ya no es ajena a nosotros, nos conduce ineludiblemente a la autoevaluación. No podemos seguir inactivos observando que una universidad del Estado, abandonado por él, siga a su suerte. Docentes, estudiantes, egresados, administrativos somos parte de este Estado peruano, y como tal tenemos capacidad de autorregularnos. Para ello tenemos que empezar por algo elemental y lógico: autoevaluarnos con la visión certera de ir mejorando de manera continua. No podremos llegar a lograr la calidad académica deseada ni la investigación científica productora de ciencia, tecnología e innovación para el desarrollo, si no nos proponemos como misión de nuestra tarea la forja de un nuevo tipo de profesional que la región Callao, el país y el mundo requieren. Bajo esta línea de acción es que la Facultad de Ingeniería Química ha iniciado ya el proceso de autoevaluación. La Comisión CAAU continuará con la formación de los comités de autoevaluación en las demás Facultades de nuestra universidad y también con el proceso de sensibilización.
WAVITA
PORQUE NOS RESISTIMOS AL CAMBIO
Mg. José Portugal Villavicencio
Las organizaciones son influidas por el medio en que se desenvuelven y ciertamente ellas influyen en su entorno. De tal modo que una y otro son producto de esas interacciones. La Velocidad de los acontecimientos y su complejidad hacen que todos. sintamos el impacto de su magnitud. La globalízación y las nuevas tecnologías de la comunicación hacen todavía más veloz el impacto de lo que ocurre en cualquier lugar del mundo, cambio que lo sentimos también aquí en nuestro medio. ¿Pero qué significa el cambiar? Significa cosas como variar, alterar, mutar, dejar su sitio. En oposición, resistencia significa no clejarse influir, hacer frente. Luego, resistencia al cambio es la acción de oposición a las influencias, sugestiones o persuaciones de alguien que intenta convencer.
¿Por qué debemos cambiar? Pues porque simplemente tenemos la necesidad de hacerla para poder sobrevivir y seguir compitiendo. Ahora bien, ¿por qué no siempre funcionan los cambios sin resistencia? Pueden existir muchas causas y razones, pero la mayOr de todas es el miedo, que paraliza, cierra las mentes, convirtiendo a las personas en autómatas. Miedo por perder algo, perder el poder, el estatus, sociabilidad, beneficios monetrios, etc.
Existen miedos o resistencias al cambio de tipo personal y de tipo organizacional. El de tipo personal imposibilita al sujeto a ver más allá de sus hábitos, impidiendole considerar otras alternativas de vida. Las inseguridades que supuestmente pueden presentarse en las personas con el cambio, y el temor a lo desconocido les obliga a quedarse en el lugar, a seguir en el statuo quo. La resistencia de tipo organizacional mas bien está referida a la supuesta seguridad que plantea una inersia estructural. "Si cambia, nada me afectará". Entonces la oerganización puede experimentar el cambio sólo si aprende de sí misma y sus temores.
Existen cinco habilidades, que intervienen como componentes tecnológicos del cambio efectivo.
1. El pensamiento sistémico, que concibe a la organización como un sistema con elementos de impoctos interdependientes funcionalmente.
2. El dominio personal, capacidad de lograr pericia profundizando la visión personal, enfocando nuestras energías.
3. Trabajar con modelos mentales, con nosotros mismos, mirar en nuestro interior descubriendo nuestras imágenes interiorizadas del mundo para ser concientes de ellas.
4. Construir una visión compartida con plena consciencia de que los cambios profundos y duraderos provienen de la capacidad de compartir con los demás miembros de la organización una imagen clara del futuro que quieran crear.
5. Trabajar en equipo, que por cierto comienza con el diálogo.
Hay que entender que el cambio sólo se logra con una buena comunicación, clara, precisa, sin rodeos. Comunicación con todos sí, pero comunicación con nosotros mismos también, como muestra de auto conocimiento.
Finalmente, la resistencia al cambio no es mala en sí misma, quizá sólo es una demostración de preocupación, temor o miedo. La resistencia al cambio no se vence, se trabaja, se diluye con el diálogo comprometido y sincero. Debemos crear una actitud y mentalidad abierta al cambio, de manera permanente. Entonces los cambios negarán, y serán bienvenidos.
EL MODELO DE AUTOEVALUACION
Ing. Ana Mercado Del Pino
En los últimos años, a nivel mundial y en nuestro país, una corriente propugna la mejora continua en todos los quehaceres, público y privado, en los ámbitos adminístrativos, productivos, educativos, entre otros. En nuestro país, muchas universidades vienen trabajando, desde hace varios años, para implementar un sistema de mejora continua. Las universidades nacionales han comprendido que es necesario entrar en este proceso de mejora de la calidad educativa, con un empeño comprensible, puesto que hay un compromiso social, económico y político con nuestro país. Esta mejora o perfeccionamiento universitario implica conocer, previamente, el estado actual de su organización, sus currículos, sistema de enseñanza-aprendizaje (E-A), de evaluación, investigación, proyección, difusión y otros aspectos más en las distintas dimensiones.
La Universidad Nacional del Callao (UNAC) no se muestra ajena a esta realidad. Está comprometida en una tarea ardua, y muchas veces hay la percepción que cualquier actividad evaluadora se limita sólo al control. En este contexto, la autoevaluación plantea desafíos y posibilidades como, el responder a la forma de autoorganízarse, viabilízar la democracia organizativa y el desarrollo de. actividades académicas, de investigación y de extensión profesional de sus integrantes, todo esto, acorde con las necesidades de nuestra región, del país y del mundo.
El proceso de autoevaluación conlleva a asumir un modelo de autoevaluaci6n. Existen diversos modelos presentados y ejecutados en instituciones y organísmos relacionados al quehacer universitario, tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo éstos no concuerdan con los requerimientos de nuestra UNAC ni se hallan en el contexto en el que desarrollamos nuestras actividades. Por ello es necesario adecuar un modelo a nuestra realidad, sin alejarnos de los cánones de la calidad ni de los referentes que nos permitan desarrollar nuestras actividades con alto grado de calidad de servicio tanto académico como administrativamente.
La Universidad Nacional del Callao (UNAC) no se muestra ajena a esta realidad. Está comprometida en una tarea ardua, y muchas veces hay la percepción que cualquier actividad evaluadora se limita sólo al control. En este contexto, la autoevaluación plantea desafíos y posibilidades como, el responder a la forma de autoorganízarse, viabilízar la democracia organizativa y el desarrollo de. actividades académicas, de investigación y de extensión profesional de sus integrantes, todo esto, acorde con las necesidades de nuestra región, del país y del mundo.
El proceso de autoevaluación conlleva a asumir un modelo de autoevaluaci6n. Existen diversos modelos presentados y ejecutados en instituciones y organísmos relacionados al quehacer universitario, tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo éstos no concuerdan con los requerimientos de nuestra UNAC ni se hallan en el contexto en el que desarrollamos nuestras actividades. Por ello es necesario adecuar un modelo a nuestra realidad, sin alejarnos de los cánones de la calidad ni de los referentes que nos permitan desarrollar nuestras actividades con alto grado de calidad de servicio tanto académico como administrativamente.
El establecimiento del modelo de autoevaluación, deberá conducir a un análisis crítico desde el ingreso de los estudiantes, docentes y personal administrativo pasando por el proceso de proyecto académico (currículo, metodología de E-A, extensión, proyección) los recursos con los que cuenta la institución, los procedimientos adminístrativos y del gobierno; relación y correlación con sus diferentes grupos de interés, investigación y desarrollo que promueva y ejecute; hasta el análisis del impacto de sus resultados como egresados, trabajos de investigación y soluciones de problemas regionales, nacionales o internacionales.
SINEACE SI, PERO PARA MEJORAR
Ing.Roberto Quesquén Fernández
Saludamos la aprobación por el congreso del proyecto de "Ley del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa" (SINEACE). Esta Ley cubre un vacío al establecer un sistema que asegure la calidad de la educación. El SINEACE está conformado por tres órganos operadores. El operador del sistema universitario es el Consejo de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Educación Superior Universitaria.
El aspecto estructural del sistema nos parece interesante. Esperamos que esté en manos de académicos de reconocida trayectoria pedagógica e intachable reputación; seleccionados por concurso público transparente. Un aspecto limitante del sistema es que sólo evalúa la formación profesional, no siendo ésta la única actividad que compete realizar a la Universidad. Justamente, se critica a la universidad su escasa pertinencia y poco impacto en la vida social, esto se debe a que se dedica muy poco a la investigación. Preocupa este enfoque escolarizado de evaluación, cuyo objeto es la medición de los resultados y dificultades en el cumplimiento de las metas previstas en términos de aprendizajes, destrezas y competencias" (artículo 11), que favorece a entidades privadas de reciente creación, a quienes no les interesa la investigación, ni la extensión.
El aspecto estructural del sistema nos parece interesante. Esperamos que esté en manos de académicos de reconocida trayectoria pedagógica e intachable reputación; seleccionados por concurso público transparente. Un aspecto limitante del sistema es que sólo evalúa la formación profesional, no siendo ésta la única actividad que compete realizar a la Universidad. Justamente, se critica a la universidad su escasa pertinencia y poco impacto en la vida social, esto se debe a que se dedica muy poco a la investigación. Preocupa este enfoque escolarizado de evaluación, cuyo objeto es la medición de los resultados y dificultades en el cumplimiento de las metas previstas en términos de aprendizajes, destrezas y competencias" (artículo 11), que favorece a entidades privadas de reciente creación, a quienes no les interesa la investigación, ni la extensión.
Por otro lado, en la evaluación externa (art. 11, inciso c), no se toma en cuenta la evaluación por pares, mecanismo que funciona muy bien en otros países. Se supone que también las "entidades especializadas" tendrían que traer a los especialistas con experiencia del mundo académico para hacer bien su función, lo que terminaría siendo por pares, entonces ¿porqué no darles a las mismas universidades la responsabilidad para que cumplan esta función extema mediante sus pares nacionales o internacionales?, con asesoría y vigilancia del Órgano Operador, puesto que, de acuerdo con el artículo 18, éste tiene como función "desarrollar las capacidades de los profesionales y técnicos especializados en evaluar logros y procesos educativos". Nos entusiasma que exista un sistema que vele por la calidad de la educación. Invocamos a profesores y alumnos a hacer un análisis de este documento, que esta en la página web de la Comisión CAAU http://es.mayeticvillage.com/calidadunac .
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