jueves, 4 de noviembre de 2010

NUESTRO HOMENAJE A ANTONIO RAIMONDI

Queremos rendir nuestro más cálido homenaje:

1. Al ilustrísimo sabio Dn. Antonio Raimondi Dell'Acqua (Milán, Italia; 19 de septiembre de 1824 - San Pedro de Lloc, Perú, 26 de octubre de 1890) que estuvo en Llamellín los días 23, 24, 25 26 y 27 de noviembre de 1860; uno de los pocos -talvez el único- extranjero que vino por amor al Perú, sin ninguna otra ambición que la de entregarse a él desinteresadamente.
2. A la provincia que lleva su nombre: Antonio Raimondi, que fue creada el 26 de octubre 1964

Transcribiendo tres artículos: Antonio Raimondi. Investigador científico de nuestro desaparecido muy amigo César Rodríguez Gamboa (Yarcán Nº 3-Lima 1989); Antonio Raimondi en LLamellín del historiador y amigo nuestro Dn. Gmo. Santillana Cantella (Yarcán Nº 5, Lima 1991), y un trabajo literario del Director de Yarcán Walter A. Vidal Tarazona, Canto a Huiragotza Raimondi (Yarcán Nº4-Lima 1990)

F: Antonio Raimondi Y Emiliano Llona, de Teresa María Llona, de 1987

Plaza de Armas de la ciudad de Llamellín

ANTONIO RAIMONDI
INVESTIGADOR CIENTÍFICO

César Rodríguez Gamboa

Cada vez que se analizan temas como Desarrollo nacional y regional, Dependencia económica y tecnológica, fines de la Universidad, etc. surge la necesidad de reflexionar algo sobre la importancia de la Investigación Científica y el papel de los grandes investigadores. La importancia de la Investigación Científica se nota inmediatamente en el desarrollo de la ciencia y de la tecnología. La Investigación, actividad creadora de nuevas ideas, productora y promotora de alternativas de solución, una búsqueda permanente de conocimiento nuevos, partiendo de los conocimientos establecidos y sistematizados, se constituye en el trabajo intelectual de mayor trascendencia para la humanidad. Uno de los hombres extraordinarios que puso su vida, su obra, su talento al servicio de la humanidad por medio de la Investigación Científica, fue Antonio Raimondi. Cuarenta años que vivió en el Perú, se dedicó íntegramente a la investigación. Primero, viajó por todo el país, en todas las direcciones, observando y recogiendo datos, contemplando y estudiando la naturaleza como investigador científico por excelencia; le interesó los fenómenos naturales en el campo de la Botánica, la Zoología, la Química, la Mineralogía, también la Geografía. Luego, más tarde, se dedicó a ordenar y clasificar todo el material para su "Mapa del Perú" y para su monumental obra "El Perú". El aporte científico de Raimondi ya lo había señalado el ingeniero José Balta: "el influjode Raimondi sobre los programas científicos de nuestro país fue trascendental... la Facultad de Ciencias no existía cuando él llegó; la Escuela de Ingenieros comenzó a dar frutos sólo después de la guerra del 79... en la Universidad no se enseñaba Química Analítica. A su llegada, las Ciencias en el Perú se hallaba en estado de infancia y con su venida se inició una nueva era".

Viajero incansable corno Darwin y Humboldt, tenaz y perseverante como Pasteur, no sólo acumula datos, sino los compara y analiza para establecer relaciones con una curiosidad intelectual como estilo de vida; en cada lugar, donde llega se detiene a observar y estudiar, aun en las situaciones más precarias del ambiente; una fuerza de voluntad para vencer las dificultades materiales, económicas y sociales, en el Perú de entonces, hace engrandecer la recia personalidad de Raimondi. Pero, seguramente, donde aparece la figura de Raimondi con un sello especial en la historia de la Ciencia, como afirma Basadre, el genial italiano fue ejemplo de hombre de ciencia puro, pues, no investigó por buscar recompensa económica o monetaria, ni por buscar ventajas sociales y honoríficas, sino que trabajó indesmayablemente por dar a este país una conciencia integral de su propia fuerza. La obra escrita, publicada e inédita de Raimondi es inmensa y valiosa; en muchos aspectos sigue siendo obra de consulta insustituible en el inmenso mar de Investigación Científica. Ya en 1913, el profesor Lissón había expuesto en vitrinas:

595 Objetos de Antropología
11,575 Objetos de Zoología
590 Objetos de Botánica (frutas, semillas, maderas)
7,513 Fósiles, minerales y rocas
20,000 Ejemplares de herbarios
235 Envases cuyo contenido no era posible precisar.

Pensar que un hombre extraordinario, hace un siglo, vivió entre nosotros. Su ejemplo y mensaje debe constituirse como breviario de la juventud estudiosa y desafío a la generación futura. En una época de crisis no sólo económica sino moral en la que vivimos, el testamento raimondino tiene vigencia: "Os dejo todavía un vasto campo en qué ejercitar la investigación. Yo, por mi parte, me consideraré ampliamente recompensado de mis afanes, con tener la dicha de haber dado a conocer al mundo, la geografía y muchos veneros de riqueza de un país que he adoptado por segunda Patria, y de haberos abierto la senda para que vosotros, continuando los estudios, saquéis a luz los inmensos caudales que yacen aún ocultos en vuestro suelo nativo".

Próximos a cumplir los cien años de la muerte de Raimondi, el mejor homenaje del pueblo peruano, particularmente de la provincia que tenemos la inmensa suerte de llevar su nombre, debe ser continuar la obra investigatoria de Raimondi. Considerar que sólo a través de una Investigación Científica podemos conocer la realidad nacional y por ende proponer los cambios estructurales.

Carátula de la Revista Yarcán Nº 5 - 1991

ANTONIO RAIMONDI EN LLAMELLIN

Tomás Gmo. Santillana Cantella

Atendiendo a la gentil invitación del Director de la Revista Yarcán, me es grato ocuparme de un interesante capítulo de la historia de la geografía ancashina, cual es el referido al contacto físico que el sabio milanés tuvo con la demarcación política que ahora lleva su nombre.

Antonio Raimondi visitó la actual provincia así llamada, desde el 23 hasta el 27 de noviembre de 1860, recorriéndolo de N. a S. Las ocurrencias de su gira fueron por él consignadas en la libreta # 24 - una de las sesenta i una libretas de itinerarios de viaje - que vio la luz por iniciativa del Ing. Alberto Jochamowitz, en el segundo volumen que publicó sobre el particular, en Lima, por la imprenta Torres Aguirre, el año de 1943. Una síntesis muy apretada de tales ocurrencias fue asimismo redactado por el sabio para el tomo I de su obra magna, El Perú, (Lib. 1, Cap. 11).- Para los efectos de la presente exposición nos ceñiremos al continente y contenido de la libreta #24, antes mencionada, ensayando una versión personal de la misma en aras de su mejor comprensión.

El 23 de noviembre de 1860, desenvolviéndose el segundo gobierno del Mcal. Ramón Castilla, Raimondi sale de la actual capital distrital de LLama, (Prov. Mca!. Luzurriaga), con dirección a la Hda. de Ruris, el primer lugar poblado en el extremo septentrional de la actual provincia Antonio Raimondi. La distancia por cubrir es de 8 leguas, esto es, 44 Km. Al efecto, bajó hasta el río Yanamayo (o de Pomabamba) cruzándolo "por un débil puente de 18 varas de largo", según su propia descripción, "construído con tres palos de aliso que estaban cubiertos por otros transversales".

Pasando el puente inició en la otra ribera una esforzada ascención sobre una elevada ladera. El camino de herradura utilizada era estrecho, peligroso y en extremo cascajoso. Sin embargo, aquella subida da pie a dos connotaciones interesantes.

La primera referida a la andenería escalonada que.él advierte, en las faldas de los cerros, a ambos lados de la quebrada, mudos testimonios de la encomiable ingeniería agrohidrológica del pasado. Y la segunda referida a la toponimia. El río Yanamayo, nos dice, "bien merece este nombre por que sus aguas son negruzcas".

A dos leguas de LLama el camino se desplaza ganando la quebrada de Yuncay, pasa por la estancia de ese nombre, y vuelve a ascender por una cuesta de más de una legua hasta el portachuelo de una cumbre desde donde divisa, a lo lejos, el río Marañon. Vencidas dos leguas y media más de tránsito suni, el sabio ingresó a la quebrada de Huanchuy, bajó a la estancia de San Nicolás, cruzó el río de Huanchuy y subió por una tortuosa pendiente de más de una legua antes de llegar a su destino en aquella jornada: la Hda. de Ruris.

De Ruris a LLamellín caminó el 24 de noviembre otras ocho leguas, o sea 44 Km. de senderos quebrados, de subidas y bajaladas, hasta alcanzar la Hda. de Paras, sobre la quebrada de Mirgas que lo condujo a la estancia de ese nombre: "que es bastante grande y tiene plaza, iglesia, cárcel y una especie de calle". Tal la descripción de lo que entonces era la capital distrital actual, ubicada sobre los 3,17.5 m., población quechua de 4,720 Hts. Y de 175 Km2 de jurisdicción.

Anota el sabio que de Mirgas sale un camino que conduce a la estancia de Chaccho, regada por el río del mismo nombre. Esta estancia es ahora otra capital distrital ubicada sobre 3,329 m., población quechua de 2,856 habitantes y de 74 Km2 de jurisdicción.

Por otra parte, en el origen de la quebrada de Mirgas, "hay un cerro bastante elevado llamado de Rajush, donde se encuentran unas minas de plata; y lo que es más extraordinario, un nevado subterráneo, observándose boquerones profundos cortados por la nieve, sin duda producida por el agua de infiltración que penetra en los depósitos subterráneos, donde se congela por la baja temperatura del lugar y no se derrite por no estar afuera de la acción solar".

De Mirgas prosiguió subiendo hasta alcanzar los páramos sunis desde donde se gana la quebrada que conduce a Llamellín. Según el sabio "este pueblo se halla sobre una falda bastante elevada". En efecto, se trata de la ciudad capital de la provincia ubicada sobre los 3,384 m., población quechua de 4,121 habitantes y de 90 Km2 de jurisdicción.

A tales alturas Raimoindi formula un curioso planteamiento hidrográfico. Desde su punto de vista al pie de Llamellín confluye el río de San Marcos, "que en este lugar se llama Puccha", con el que sale de Lauricocha y se conoce aquí por el río de Arancay , "porque pasa por el valle del mismo nombre". Es a partir de dicha confluencia que el río toma el nombre de Marañón, "aunque algunos ya lo llaman así desde que sale de la Laguna de Lauricocha".

Volviendo la mirada a la localidad nos dice que el pueblo de Llarilellín, por entonces bajo la jurisdicción del antiguo Huari del Rey, "es bastante grande"; que sus casas no están blanqueadas, "exceptuando unas pocas"; que sus techos son en su mayor parte paja; que su iglesia viene construyéndose muy lentamente desde hace diez afios; que la escuela, situada en la plaza, "se halla en estado deplorable" a cargo de un preceptor "muy mal pagado", al punto que "el miserable sueldo que percibe no basta para su subsistencia". Por lo demás, se trata de una población bastante fría, cuyos habitantes han dedicado sus mejores tierras al cultivo del trigo que tiene gran demanda en Cerro de Pasco. Empero, su problema crucial es el agua ya que en agosto "casi no es suficiente ni para usos indispensables de la vida diaria".

El 25 de noviembre bajó desde Llamellín, por espacio de tres leguas, hasta el puente de Chocchián tendido sobre el río Marañón. Describiéndolo nos dice que es de madera y que se apoya sobre "capas salientes de carbonato de cal que se hallan en la dos orillas". Acto seguido aunque no menciona a ese famoso fraile Agustino, Antonio de la Calancha, (en El Perú sí lo menciona), trae a cuento una nota curiosa, sobre "una piedra venenosa llamada de Chocchán" cuya existencia divulgó el citado padre Calancha. El sabio se siente obligado a testimoniar lo que sigue: "todas las maravillas que se cuentan de ella no son sinó fantasías pues no he podido probar la existencia de la piedra, ya que ninguno de los vecinos del lugar la conoce".

Pasando a otra cosa, parado en medio del puente toma la altura respectiva determinando 2,300 m. Ese día, (el 25 de noviembre), tomó la altura de LLamellín, desde el centro de su plaza, determinando 3,501 m. A estar por tal medición había descendido 200 m. para situarse a nivel del Marañon. Finalmente insiste en que "a media legua del puente de Chocchan, se halla la confluencia del río Puccha con el Arancay, que juntos forman el Marañon".

El 26 de noviembre Raimondi se aplicó al estudio de la producción minera en las inmediaciones de LLamellín.

El 27 de noviembre se despide de la comarca, que desde el 26 de octubre de 1964 es raimondina, dirigiendosé a Uco, esto es, a la otra banda del río Puchca. Aunque no lo dice, necesariamente tuvo que pasar por Chingas, actual capital distrital ubicada sobre 2,854 m., población quechua de 2,908 habitantes y de 49 Km2. de jurisdicción. No en vano habla de un camino "bastante bueno y ancho" que baja en caracol desde la quebrada de Matarajra, donde está asentada la Hda. de Jagahuarca, perteneciente a un tal Ramos. Todavía desde allí, a mano derecha, debió divisar la comarca de Aczo, actual capital distrital ubicada sobre 2,661 m., población quechua de 2,190 habitantes y de 69 Km2 de jurisdicción. E inclusive, más al S., entre quinuares, saucos, molles, magueis, poncianas y bombax, debió advertir lo que ahora es San Juan de Rontay, capital distrital ubicada sobre 3,520 m. población suni de 1,868 habitantes y de 103 Km2 de jurisdicción.

Ahora bien, menester es preguntamos cuál puede haber sido el marco teórico dentro del que se desenvolvió, respecto de una realidad geográfica, ahora comprensiva de 561 Km2 y poblada por 18,663 habitantes, al tiempo en que Raimondi la visitó en noviembre de 1860. Para entonces es posible que, concretamente sobre LLamelín, el sabio manejara la información bibliográfica:

1.- Cristóbal de Miranda en su Relación de Corregimientos, redactada en 1583 y publicada en la Col. Levillier, T. IX. Madrid 1925, afirma que LLamellín, bajo la advocación de San Andrés de Yamedín, es un repartimiento de Conchucos, dependiente de la ciudad de León de Huánuco.

2.- Antonio Vasquéz de Espinoza, célebre viajero carmelita, en su Compendio y Descripción de las Indias Occidentales, terminado en Málaga en 1624, afirma que Llamellín es uno de los catorce repartimientos del corregimiento de Conchucos.

3.- Antonio de la Calancha, en su Crónica Moralizada, publicada en Barcelona en 1639, afirma que Llamellín es uno de los pueblos de los Conchucos en cuyo entorno, aparte de la piedra de Chocchan, hay un manantial donde en todo el año no hay peces; "pero desde el Miércoles de Ceniza hasta el Sábado Santo se ven muchos bagrecillos " (Lib. II. Cap. XXXII).

4.- Cosme Bueno en sus Disertaciones Geográficas y Científicas, elaboradas en 1788 y publicadas en la Co. Odriozola. T. III , Lima 1872, afirma que Llamellín es un curato con anexos parroquiales en Aczo y Mirgas. Además enfatiza la importancia de sus minas de azufre y salitre.

5.- Antonio de Alcedo en su famoso Diccionario Geográfico de las Indias Occidentales, publicado en la Biblioteca de Autores Españoles, Ediciones Atlas, Madrid 1967, afirma que LLamellín es un pueblo de la provincia y corregimiento de Conchucos, en el Perú, donde hay abundantes minas de salitre y azufre y una fuente o manantial cuyas aguas, que caen a un barranco, se condensan y convierten en piedra blanca que allí llaman calachi, en figura de columnas, como cirios de cera blanca, que tiene singular virtud de contener los flujos de sangre; y aún aseguran, que mezclada con polvos de clara de huevo y azúcar, abrevian la consolidación de huesos fracturados.

6.- Finalmente, Mariano Millán de Aguirre en su Descripción de la Intendencia de Tarma, publicada en el Mercurio Peruano el 23 de junio de 1793, afirma que Llamellín es uno de los diez curatos del partido de Conchucos, dependiente de la ciudad de Tarma.

Por añadidura no está demás decirles que cada curato o cabeza de doctrina informó la jurisdicción distrital en la geografía política del Perú independiente y republicano, por eso es que Llamellín aparece en la Guía de Forasteros de 1834 como distrito de la provincia de Huari, juntamente con Chacas, Chavín de Huantar, Huari, San Luis, San Marcos y Uco.

Como conclusión de lo expuesto permítanme recomendarles la observancia de las siguientes efemérides provinciales: En primer término el 26 de octubre, día en que se conmemora el fallecimiento del sabio Antonio Raimondi; el segundo término del 23 al 27 de noviembre, días en que se conmemora la presencia de Raimondi en la provincia; y en tercer término el 30 de noviembre, día del santoral católico dedicado a San Andrés Apostol, patrono de la capital provincial, como muestra de adhesión de la provincia a los actos conmemorativos del quinto centenario de la evangelización.

CANTO A HUIRAGOTZA RAIMONDI

Mag. Walter A. Vital Tarazona

Canto I

Si me voy de aquí
en una noche de Octubre,
si mis dibujos se quedan solos
dispón, entonces, mi Dios
que mis obras corran
la suerte del Perú.

Si me voy de aquí
de San Pedro de Lloc,
si mis pies se quedan fríos
dispón, entonces, mi Dios
que los chicos recorran
los caminos del Perú.

Si me voy de aquí
de mi segunda patria.
Si mi café se derrama
dispón, entonces, mi Dios
que mi cactus escale
los cielos del Huascarán.

Si me voy,
pueblitos empedrados;
si me voy,
casonas enlucidas,
dispongan
que los cántaros se llenen
que mis huesos no se toquen,
si me voy de este suelo, Señor.


Canto II

Huarangos.
Cantos rodados
de cantarinos valles,
¡Callad! un instante
que por aquí pasó
Huiragotza Raimondi.
Quenuales,
apagadas chozas
de humeantes cumbres,
¡Mirad! un momento
que por aquí pasó
Huiragotza Raimondi.

Callecitas estrechas
de veredas derretidas,
casitas de paja o teja
de paredes de yeso
¡Recordad! un momento
aquella tarde mojada
con gotitas de tristeza
de Huiragotza Raimondi.


Canto III

Yo canto al lombardo
con la vida y el amor,
canto con humildad
al gigante
que desde los llanos del Po
montó las olas del Océano
para llegar a mi tierra colorada
con ternura de hijo
dulce y sabio.

Y canto también aquella flor
robusta y noble
mutilada por crecer bella,
le canto porque fue la puya
de Antonio Raimondi.

Canto IV

Jaguares y cóndores
de mi Chavín milenario,
anunciad la entrada
del antipizarro;
que viene no con la espada
desenvainada
sino con un lápiz,
libretita en mano
y mucho amor en el pecho.

¡Abrid las puertas
de los templos!
Anunciad a los dioses
de los Waris y los Incas
a los manes de Yarcán y Tinyash
que ha llegado un enviado
de Virgilio
Un viajero de los cielos cisalpinos
y no para vaciar las entrañas
de nuestra Mama Pacha
sino con un mensaje
de paz
amor
y trabajo.