sábado, 9 de julio de 2016

Aqui algo de MI PUEBLO QUERIDO EN PROSA Y EN VERSO. Huaraz julio 2016



RASTROJOS DEL RECUERDO
walter a. vidal




Regacito del Ande majestuoso
por Puchca y Marañón abrazada,
!tierna se yergue mi tierra colorada!
alzando a su Pahuacoto amoroso.

De noble abolengo eres Llamellín.
Con alborozo yo recorría tus rocas,
ingresaba a tus chullpas milenarias,
escuchaba a tus awilus[1]en Mallallín.

Despertabas con el suave beso
de las tiernas espigas de tu trigo,
que a despecho de tus riachuelos,
reverdecía bello y generoso.

En tus lejanos molinos de piedra,
girando sus noches de luna llena,
algún ichic ollguy tapaba el agua
o el apallimee jugaba en la tolva.

Yo chacché coca con Caruajuana[2];
y alguna vez por mi carne delirante
habría recorrido algún cuy cautivo
en las manos de Comá Mañuca[3].

Amorosa la lluvia limpia tu rostro
de papa colorada y, al salir el sol,
el aire sahúma tus cerros y caminos
con sesta de cristalinas fragancias.

Oh…Cómo extraño esas mazorcas
trenzadas y colgadas en el tiempo…
los sudorosos mugidos en las chacras
caminando los rastrojos del recuerdo.












[1] La traducción  literal de “awilu” al castellano es “abuelo”. En la mitología del lugar, los awilus son espíritus ancestrales que anidan en los cerros.  A ellos se acude por  sus sabios consejos, llevando coca y shaqta  (aguardiente de caña)
[2]  Famosísima bruja que vivía en las alturas de Carua (Llamellín)
[3] Una curandera allauquina muy conocida,  utilizaba el cuy para diagnosticar.