martes, 27 de octubre de 2020

LA PROVINCIA DE ANTONIO RAIMONDI

         Walter Arsenio Vidal

Octubre no es un mes más, algo así como se dice “pasa piola”. Es un mes que tiene escondido muchos hechos de trascendencia cultural. Nacieron en este mes: grandes políticos, científicos, músicos y escritores. Empezando no más el mes (el 2 de Octubre de 1869) nació Gandhi; nacieron, en este mes, Newton, Behair, Bohr; Pavarotti, Liszt, Strauss, Nietzsche, O. Wilde; premios nobel como Porter, Chadwick, y también el creador del “Premio Nóbel” Alfred Nóbel.

            En Octubre, en muchas partes del Mundo, nacen países independientes, mejor dicho, se independizan de sus centros dominantes, como Irak, Noruega, y otros más. El 4 de Octubre de 1957 se lanzó el primer Sputnik, el 12 de Octubre de 1492 C. Colón descubre América con lo cual empieza su exploración y explotación por los europeos. Casi terminando este singular mes, el 29 de Octubre, se envía el primer mensaje por Internet.

            A nivel de nuestro país, Octubre, Mes Morado, mes del Señor de los Milagros, empieza con el Día del Periodista (1° Oct) en reconocimiento del “Diario de Lima”, primera publicación periodística  impresa (1790), y termina (31 de Oct) con el Día de la Canción Criolla, conmemorando la muerte de Lucha Reyes. En el aspecto histórico-cultural, sin embargo, la fecha más importante es el 8 de Octubre, el Combate de Angamos (1879); al empezar aquel día Grau mediante una misiva se despide de su familia. Decía que no regresaría si no es con el Huáscar.

            Finalmente, Octubre, es también denominado tradicionalmente como el Mes de los Temblores. Este hecho telúrico está en la memoria de nuestra historia por fuertes terremotos ocurridos precisamente este mes. Ahí están: el gran terremoto de 1687 que afectó Arequipa, de 1746 que destruye Lima y Callao, después de lo cual se sacó en procesión al Señor de los Milagros, infinidad de terremotos hasta en más reciente el del 3 de Octubre de 1974, que alcanzó la cifra de 7.7° de magnitud.

            En el ámbito geográfico de nuestra Provincia, Octubre es un mes de grandes acontecimientos para recordar y/o conmemorar. El hecho más importante ocurre el 26 de Octubre de 1964, este día fue creada la Provincia sobre el mismo territorio montañoso del distrito de Llamellín, que de distrito pasó a ser provincia, cambiando de nombre de “Llamellín” por “Antonio Raimondi”. Ya el 31 de octubre de 1955 el diputado por Ancash Carlos Gonzales Loli había presentado a su Cámara el proyecto de ley de  creación de dicha provincia, que recién fue firmada como Ley por el presidente Belaunde el referido 26 de Octubre. 

            El 26 de Octubre de 1890 murió Antonio Raimondi en San Pedro de Lloc, en casa de un entrañable amigo y paisano. En Octubre de 1867 había iniciado su último largo viaje, de casi dos años de duración. Recorrió, palmo a palmo, principalmente el departamento de Ancash y otros más del norte.

            La Provincia de Antonio Raimondi está situada en el  regazo del ande ancashino, abrazada por Puchca y Marañón, por Pañoraqra y Shuncuy. Levantando su Pahuacoto hasta el cielo, heredó el ilustre nombre del sabio milanés. Sin embargo “Este pueblo era, como muchos pueblitos de la sierra, un lugar donde vivían solo niños y viejitos, porque los jóvenes se van a las ciudades grandes [decía el P. Jorge Nonni...para añadir luego] cuando yo llegué aquí la iglesia estaba destruyéndose”. Podríamos colegir que no solo la iglesia matriz, sino la ciudad. Y no sólo en su aspecto físico, sino también el aspecto moral y espiritual del pueblo.

            Lo anterior nos podría llevar a formular la siguiente pregunta: ¿La provincialización ha servido para superar esta situación de abandono? Seguramente entraríamos al plano de una reflexión no homogénea, por las diversas opiniones al respecto. En todo caso, para nosotros, no fue ni será una solución que satisfaga la expectativa de los que trabajaron pensando que traería el progreso material y espiritual del pueblo.

Es un pueblo antiguo. Posiblemente donde está ahora (en faldas del gran Pahuacoto) nació como una reducción hecha por los españoles en esta zona. Pues Nuestros antepasados pre incas, cazadores y recolectores, empezaron una vida sedentaria en las cuevas como Torgoj, Puca Gaga, con vista panorámica al río Marañón y fuertes muros de protección. En Cotosh se ha encontrado fragmentos de cerámica de fina arcilla. Antarraga y muchos otros sitios más, se yerguen sobre una cresta con construcciones circulares de grandes piedras calcáreas labradas, lo mismo que las construcciones líticas en montura como Huarmimarca, Yarkán, ésta encima de la confluencia de los ríos Marañón y Puchca.

Los incas no tuvieron mucha influencia por esta zona, pues casi todo Conchucos les ofreció resistencia muy fuerte como sabe la historia. Vivían relativamente bien dedicados a la agricultura. Con los españoles empezó la gran exploración centrado en el maltrato del indio en la minería y sus propias tierras que le arrebataron.

Cuando Raimondi llega a este pueblo, anotó en su libretita: “Los habitantes se dedican a la agricultura y principalmente al sembrío del trigo, producto que exportan hasta Cerro de Pasco [...] El pueblo de Llamellín tiene bastante terreno cultivado, pero éste no puede producir todo lo que debería dar, debido a la falta de agua, la que en el mes de agosto casi no es suficiente ni para usos principales de la vida diaria. En Llamellín crece buena alfalfa, pero escasa porque son pocos los que la cultivan.”

RAIMONDI admiraba el sistema ecológico de Ancash, que es una síntesis del mundo. Para los conchucanos -habría pensado- su cielo andino más que belleza es un reto y es una esperanza. A los conchucanos de la tierra roja que estoy pisando, no les queda otro camino que sembrar, almacenar y distribuir el agua del cielo y del subsuelo.

Lamentaba la profundidad del Marañón, que no dejaba sacar sus aguas; pero hoy la tecnología hace malabares. Sus tierras eriazas están vírgenes y son fértiles, aprovechar los conocimientos que dan la ciencia, la tecnología y la innovación, rescatando los conocimientos ancestrales sería una forma de vivir de la Patsa Mama.

 Si pues, nuestra principal fortaleza está en la agricultura; ayer el maíz, la papa, después el trigo cuando vino de Europa, hoy nuevamente el maíz en su forma de choclo. ¿Qué hacer con la falta de agua?

  A Raimondi le llamó la atención la presencia de la “deliciosa raspadilla” (Por aquella época en Llamellín no faltaba la “deliciosa raspadilla”), porque no se veía cumbres nevadas cercanas; al averiguar supo que la hacían con las nieves subterráneas  del cerro de Rajush.

Una segunda fortaleza puede ser su Potencial Turístico, por su gran variedad de expresiones culturales, como el folklore, tradiciones festivas, trabajos colectivos basados en el principio de reciprocidad como la minka y el trueque, la gastronomía,  la riqueza arqueológica y paleontológica, su belleza paisajística  principalmente entre los meses de octubre y abril por el período de lluvias que riegan las cementeras. Elemento de atracción turística también es el Taller Artesanal Don Bosco; actividad que puede resultar mejor en la lucha contra la pobreza que los Programas del Gobierno Central que parece ser contraproducentes  (Nélida Silva-PUCP. Tesis de grado en Maestría) porque enseña a la gente a depender de productos que no produce su suelo. Es interesante observar la buena capacidad de gestión del grupo de italianos para emprender la artesanía utilitaria en madera, vidrio, cerámica. Sería saludable que los municipios, liderados por sus alcaldes, aprendieran esa gestión para emprender el desarrollo local. Sería saludable también que hubiera mayor participación de la  ciudadanía para apoyar y transparentar la gestión del gobierno local.

Raimondi tiene mucha y buena documentación sobre su hoy Provincia. En su último largo viaje de Octubre, llegó a Llamellín. Anota por ejemplo que en las inmediaciones de Mirgas está el cerro de donde se extrae la sal para el consumo humano. “En la quebrada de Paras (sic) [...] casi en la cumbre se observa una mancha de terreno cretáceo en estratificación discordante  con la arenisca, donde se encuentran algunos raros equinodermos”. (Qué tal si se quedaba un par de días más... explorando, por ejemplo, las lagunas).

Quiero terminar esta reflexión telúrica, expresando el mucho carriño que tengo por la tierra añorada desde lejos, pero que hoy está cerca gracias a los medios de comunicación. Pero mientras el corazón se empecina a no colaborar con mi soñado viaje, las letras hablan por mi:

Cuando la lluvia lavaba tus calles,

desde tu rostro de papa colorada, 

una leve pachamanca de fragancias 

          sahumaba el aire en los eucaliptos. //

 

        Cómo extraño tu estío de mazorcas 

        trenzadas, hoy colgadas en el tiempo, 

        los sudorosos mugidos en las chacras. 

        andando los rastrojos del recuerdo. 

                                   WAVITA