martes, 27 de julio de 2021




SALUDO A MI HUARAZ QUERIDO, LA DE LAS CALLECITAS EMPEDRADAS… 
 Walter Vidal Tarazona ... 

 Al recorrer, mi pequeño lebrel de espuma, los cansados senderos del recuerdo, ¡Oh bendito pensamiento!, se ha asomado, ágil, por aquellas callecitas estrechas tersamente empedradas, a la plaza de mi Huaraz querido… A aquella iluminada pálidamente en noches de emoliente, ponche de canela y coco. 

¡Cómo aroma aún, humeante y delicado, el frío nocturno del parque, con la melodiosa música de Atusparia por radio Huascarán! ¡Cómo redobla el tambor en mi pecho, cuando, empañado con el sudor salvaje, corría tras aquellos pasitos dulces, que apresurados subían por el jirón Sucre, cada mañana, al Colegio Santa Rosa de Viterbo, mientras muchos lo hacían por la calle Comercio hasta la puerta del Instituto de Mujeres, “cristina al cinto, aire de muchacho, cuadernos bajo el brazo”, como lo recuerda nostálgico mi amigo Néstor Espinoza, en su Carta a un Amigo.

 Pero hoy camina, pequeño lebrel de espuma, camina hasta el Quillcay; pero sin salirte de 1956. Cuando Huaraz era todavía del Colegio de La Libertad (y no al revés como hoy). 

 Quillcay querido, te dejaré con tus piedras blancas tendidas como pañuelos de despedida, con tus nubes de plata y plomo elevándose como incienso a cubrir los senos de cristal de la blanca cordillera; ya no estarán más al alcance de mis ojos aquellas trenzas de alabastro nadando en tus aguas bullangueras, aquellos ojitos de capulí turbados en el azul cielo de ensueño… Mi boca no disolverá más el dulce apetito de sus labios de jora, a la sombra de los pequeños eucaliptos entrando de bajada al río Santa…

No más plazuelas de Huarupampa, de Belén, de la Soledad; no más Alameda Grau con su Iglesia de San Francisco. No más los pocos amigos que salieron por Tacllán, Calicanto o Monterrey. 

 Yo salí por Tacllán, como diría Vallejo: “un día del cual tengo ya el recuerdo”, lebrelillo de espuma. 


miércoles, 7 de julio de 2021

SOMOS UN PAÍS BIODIVERSO

NUESTRA ACTIVIDAD ESTRELLA DEBIA SER EL AGRO LIMPIO Y EL ECOTURISMO. Escribe Walter A. Vidal La mayoría de los campesinos indígenas en el Perú ya están enterados de lo que son los cultivos transgénicos; y, por su puesto, ellos rechazan esos cultivos; y defienden la biodiversidad porque –valga la redundancia- la diversidad, de especies vegetales y animales, en un ámbito espacial de cultivo determinado (en la sierra, costa y selva), se contrapone a los monocultivos de especies transgénicas. Estos pueblos, andinos y amazónicos, han aportado conocimientos y tecnologías para la domesticación y cultivo del maíz, la papa, la yuca, el algodón, la quinua y tantos otros cultivos menos difundidos; son los gestores de una gastronomía que apunta a ser Patrimonio de la Humanidad. Somos herederos de la cultura de un Imperio, cuya fortaleza fue la agricultura. “En Ayacucho promovemos una propuesta de mejora nutricional en base a productos andinos, que permitió a las comunidades quechuas de Vilcashuamán recuperar 125 variedades de papas nativas, 13 de olluco, 12 de mashua, 17 de oca, 20 de maíz, 86 de frijol, 44 de haba y 185 tipos de plantas medicinales y aromáticas. Sin embargo, la entrada de semillas transgénicas favorece la instauración de un sistema de producción orientado a la dependencia de semillas y alimentos que desplazará a nuestra cultura, conocimientos y tecnologías tradicionales”, dice Tarcila Rivera Zea. Esta promoción ayacuchana, explicada categóricamente por Rivera Zea, directora de CHIRAPAQ1, significó/significa para los peruanos una mejora nutricional, en base a productos andinos que permiten a las comunidades, de paso, recuperar variedades que están en peligro de ser extinguidas. Siendo así, ¿Qué falta para que nuestro agro, en las tres macro regiones arriba indicadas entre paréntesis, propenda el cultivo biodiverso, aprovechando cada una de las variedades climáticas que el país posee? Como casi siempre, sin embargo, al final, se impondrá el poder económico de unos pocos. Se autorizó el cultivo de transgénicos (Reglamento Sectorial sobre Biotecnología, 15/04/ 2011). Como casi siempre, lo real, es que, siendo ricos potencialmente en la actividad agrícola biodiversa, somos todavía un país dependiente del sector externo. La importación de semillas transgénicas favorece la producción orientada a comprar más semillas y alimentos transgénicos, en desmedro del cultivo autóctono y en desmedro de nuestra cultura; o sea, de los conocimientos y tecnologías tradicionales que asumimos como la mejor alternativa (Rivera Zea). No queremos -mejor sería decir- no esperamos producir cantidades en masa para satisfacer el mercado mundial; pero sí lo suficiente para satisfacer la demanda interna, y competir con el producto importado ofreciendo mejor calidad y mejor precio. Lo fundamental, como objetivo, es dar una buena alimentación a nuestros pueblos, y si después de alimentar bien a la población, queda algo de la producción (sobra), el sector agrario puede aportar también con el ingreso de divisas mediante la exportación. Más que una meta esto es un sueño; pero con posibilidades de realización. - ° - Otro sector humano que puede sacar provecho de nuestra biodiversidad es la población de nuestras pequeñas ciudades, pueblos y villorrios con capacidad de invertir, y ofrecer servicios facilitadores al turismo ecológico (movilidad, restaurantes, hospedajes, instalaciones adecuadas, etc.). ¿Cómo así? Paralelamente a la actividad agraria que se ha explicado, se puede desarrollar el turismo ecológico, que hoy en día constituye una novedad, y es bastante rentable. Dicha actividad tendría enormes repercusiones favorables para la economía local. El turismo ecológico se ha caracterizado por ser un trabajo dirigido a un público que se interesa por la naturaleza, y su objetivo es interpretar la estructura y funcionamiento del medio natural y -de paso- disfrutar de los elementos culturales nativas (básicamente el agrario), étnicos, geográficos, históricos y ambientales de las poblaciones humanas. El calentamiento global ha contribuido para tomar conciencia del valor del ambiente y de las formas de conservarlo, mediante mecanismos inteligentes de aprovechamiento. El ecoturismo, actualmente, es una modalidad de turismo que ha crecido en todo el mundo. Los involucrados en esta modalidad de turismo tendrán una demanda creciente por los recorridos y viajes especializados hacia localidades poco usuales. Es conveniente, sin embargo, el control oportuno e inteligente; pues, como todo quehacer humano, puede causar perturbaciones en las áreas naturales. Un manejo descontrolado puede ocasionar debilidades como suelos maltratados, vegetación aplastada, ciclos de migración y reproducción perturbados, fuentes de agua contaminadas, y muchos otros perjuicios. Y los turistas, por su parte, pueden sufrir iguales efectos devastadores, al reducirse la calidad de su experiencia por congestión, deterioro y alteración del entorno. El turismo ecológico le vendría muy bien, como actividad estrella, a casi todos los pueblitos andinos de Ancash; por ejemplo, en la subregión Conchucos, los poblados de la Provincia de Antonio Raimondi, por su variedad climática desde las cuencas de los ríos Marañón y Puchka hasta las alturas de Rajush; los pueblos del denominado Callejón de Huaylas; en sus vertientes, el departamento de Ancash posee lugares interesantes por mantener sana su patrimonio cultural y la belleza natural, así tenemos a Chiquián, un verdadero “espejito del cielo”. Conviene -repetimos- diseñar una estrategia de desarrollo para no perjudicar a la población, sino, al contrario, engrandecerlos con el progreso económico local; una estrategia que armonice las exigencias de la demanda con la oferta existente, buscando, además, que las poblaciones locales para quienes esta actividad represente una alternativa de vida sostenida, que aporte a la economía local, regional y nacional (¿POR QUÉ NO?). A nivel de país, es importante diseñar un plan nacional, no sólo que identifique aquellos sitios significativos para dicha actividad, y promoverlos; también para limitar el turismo indiscriminado, sustentada en evaluaciones de la capacidad de carga, posibilidades de generación de ingresos y oportunidades para la educación ambiental. Es decir, se tiene que conciliar intereses, armonizar políticas, custodiar los exponentes naturales, concertar con los operadores y empresarios para incorporar a la comunidad en el turismo ecológico. En esta actividad tienen que estar comprometidos, con el Estado como promotor y facilitador, los agentes turísticos mejorando e incrementando la oferta y potencializando el tratamiento equilibrado de la zona inmersa en esta actividad. La herencia cultural de los pueblitos puede atraer públicos deseosos de apreciar su pasado histórico y la belleza natural. El citado Plan señalaría la formación de la capacidad de administración y gestión de las poblaciones rurales, incorporarlas al mercado de la oferta turística, aumentar sus ingresos, consecuentemente, su nivel de vida; finalmente, difundir sus riquezas ancestrales y brindarles una herramienta autónoma destinada a alcanzar el progreso colectivo. Podemos y debemos tener presente que, gracias a las agrupaciones rurales, nativas y campesinas, podemos poner en valor el admirable patrimonio “verde”, cuya rentabilidad favorecería a esta población por ser legítimo custodio de nuestro legado ambiental. ----------------------------------------- Fuente: Boletín Cultural No. 191. Universidad Autónoma de Sinaloa Región Norte. CULTURA UAS, MAYO 2, 2011* PERU: Indígenas se pronuncian en defensa de la biodiversidad contra los cultivos transgénicos. (CNR). Lima. Notas: 1 CHIRAPAQ Centro de Culturas Indígenas del Perú es una asociación indígena que desde hace 25 años promueve la afirmación de la identidad y el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas con miras a la construcción de una sociedad más justa, democrática e intercultural. 2 Rivera Zea, Tarcila. Directora del Centro de Culturas Indígenas del Perú y presidenta del Foro Internacional de Mujeres Indígenas, que agrupa a mujeres indígenas activistas de diversas partes del mundo.