(CONTINUACIÒN)
Escribe Walter A. Vidal
Nazaret
Luego de un desayuno suculento en
el hotel, salimos a recorrer la ciudad de Nazaret; en el ómnibus, el guía nos
recuerda que aquí el ángel Gabriel anunció a María que concebiría un hijo, y aquí
también Jesús pasó su niñez junto a sus padres cuando Nazaret estaba poblada
solamente por judíos; hoy está sembrado de muchísimos monasterios, conventos, iglesias,
hospitales y albergues administrados por las distintas confesiones
religiosas.
Iniciamos nuestro recorrido por el Monte de las
Bienaventuranzas, para lo cual regresamos un poco hacia el norte a Sefat. En el
Monte de las Bienaventuranzas visitamos la capilla (iglesia) que guarda el
recuerdo del Sermón de la
Montaña (Tabgha), aquí Jesús multiplicó los panes y los peces
para la muchedumbre. ¡Qué lugar tan bello Dios! con vista espectacular al Mar
de Galilea; a la sombra de unos frondosos árboles el P. Reátegui celebra la misa.
Después de alimentar nuestro espíritu bajamos a Cafarnaum, donde visitamos la Casa de Pedro y nos embarcamos al Mar de Galilea por el lugar donde se realizó la Pesca Milagrosa. Saliendo del barquito nos encaminamos al río Jordán; en su orilla (Yardenit, una tienda-restaurante y alojamiento judío) muchos confirmaron sus votos bautismales sumergiéndose al agua. Después del baño emprendemos el retorno al hotel para cenar y descansar. Fue un día incontrastable.
El río Jordán |
Al día siguiente salimos temprano
a Caná, donde Jesús hizo su primer milagro; vemos dos iglesias, una griego-ortodoxa
y otra franciscana, llamada del Milagro. El guía nos informa que, al realizar
excavaciones hallaron una inscripción en arameo, que demuestra que esta iglesia
(del Milagro), construida en 1879 sobre las ruinas de un santuario del siglo
VI, está en el lugar donde estaba la sinagoga de la aldea Caná de Galilea; en la
cripta vemos un cántaro que, se cree, es una copia antigua de las seis jarras
originales (que Jesús usó para su milagro en el contexto histórico de una boda).
Antes del medio día, regresamos a Nazaret para visitarla Basílica de la Anunciación , la Carpintería y la Fuente de María, a la que la Virgen acudía diario para
sacar agua. La Basílica
de la Anunciación ,
construida en el lugar donde el Ángel se apareció ante María, imponente por su belleza y su Gruta interna, es
un sagrado portento histórico. Su construcción (de la actual) recién fue terminada
en 1969, siendo ésta la quinta iglesia construida encima de cuatro anteriores
cuyos restos aun se pueden apreciar debajo.
Antes del medio día, regresamos a Nazaret para visitar
Basílica de la Anunciación, en Nazaret |
Después del desayuno, con
nuestras maletas en las manos, desfilamos a “nuestro” carro, rumbo a Beit Sheán.
Continuaremos –anota nuestro guía- por el valle del Jordán hasta Jericó, para
bajar a la zona más baja del mundo y flotar en las aguas saladas del Mar Muerto;
pasaremos por la posada del buen Samaritano y, al anochecer, entraremos a la
ciudad de Jerusalén, donde nos alojaremos. Son días muy intensos los que
estamos viviendo, comentamos en el carro; “nada comparable todavía con los que
les tocará vivir mañana en Jerusalén”, acota el guía.
En Beit Sheán, una de las decápolis grego-romanas más grandes y mejor conservadas, observamos vestigios de una “habitación” de hace4,000 aC . En Jericó, la “Ciudad de las Palmeras”, tal vez la más antigua del mundo, que “cayó –dice la Biblia- al sonar las trompetas de Josué”, mientras los israelitas cruzaban el Jordán (1250 aC ), Jesús, camino a Jerusalén, pasó entre la gente que pugnaba por verlo; un señor bajito se subió a un árbol sicomoro (planta morácea). El “pata” se llamaba Zaqueo –acota el guía- y al envejecido árbol o tal vez sea su descendiente podemos todavía verlo, señala. Contemplamos también el manantial que Eliseo purificó con sal.
En Beit Sheán, una de las decápolis grego-romanas más grandes y mejor conservadas, observamos vestigios de una “habitación” de hace
Jerusalén
Después del suculento desayuno
subimos a “nuestro” carro. El guía nos indica que comenzando por el Monte de
los Olivos, visitaremos el lugar de la Ascensión , la Gruta del Padre Nuestro, el Huerto de Getsemaní y
la basílica de la Agonía. Después
visitaremos lugares santos del Monte Sión: la tumba del rey David, el Cenáculo,
Basílica de la Dormición
y San Pedro en Gallicanto. Al medio día nos encaminaremos hacia Belén en
Palestina, donde podremos ver la
Gruta del Nacimiento y la Basílica de la Natividad. Ya afuera
(extramuros), visitaremos el Campo de los Pastores, y retornaremos al
hotel.
El lugar donde Jesús permaneció
más tiempo en Jerusalén, fue sin duda el Monte de los Olivos. Su cima ofrece una
hermosa vista panorámica de la Ciudad Santa
y una bella capilla llamada de la Ascensión ; en sus
laderas del Monte entramos a Getsemaní, donde Jesús se refugió con sus
discípulos más fieles antes de ser arrestado, precisamente en este lugar fue donde
Judas entregó a Jesús con un beso, como testimonio hay una Gruta llamada de la Traición ; la basílica
conocida como Iglesia de la
Agonía luce jardines llenos de olivos antiquísimos.
En el Monte Sión visitamos la
tumba de David, este lugar se conocía con el nombre de Ciudad de David, en la época
de Jesús fue trasladado aquí el sepulcro de este rey y se hizo un monumento a
él; en 1158 accidentalmente fue descubierta su tumba, y hoy es venerada por
judíos, cristianos y musulmanes. Cerca está Gallicantu (canto del gallo), lugar
donde estaba situada la casa de Caifás. Dice la Biblia :
“Hermosa
provincia, el gozo de toda la tierra, es el monte de Sión... la ciudad del gran Rey” .
Salmo 48:2.
(CONTINUARÁ)
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