Portada de la revista. |
EDITORIAL
Qué
tan distante estamos de nuestra palabra empeñada.
Decíamos,
en el primer número de “Alma Libertana”, que nuestro propósito (con esta
revista) era plasmar un sentimiento y trasmitir un mensaje. El sentimiento:
gratitud a la bella ciudad de Huaraz, que cariñosamente nos cobijó durante
cinco felices años, y al glorioso Colegio de “La Libertad” que acrisoló a una juventud
de estudiantes venidos de distintas lugares de los departamentos de Ancash y Huánuco.
El mensaje: nuestro compromiso de “Reconstruir el prestigio y la categoría del
primer y más antiguo centro educativo del departamento”.
Ambos
propósitos consolidados en una principal estrategia general: trabajar por el
mejoramiento de la calidad de la educación, en este caso, tanto de la educación
formal (Colegio) como de la informal (Ciudad). Entendiendo por educación
formal, la que se imparte en escuelas (colegios, universidades) con profesores,
tecnología, contenidos (currículo) e infraestructura; y por educación no formal
la, no sistémica, que se adquiere en la calle, en la casa, muchas veces como
negación de los principios educativos; educación a la que también el Estado
debe orientar, pero no lo hace porque la actual Constitución no le permite; aún
más, al promover la privatización, no solo que la educación se ha convertido en
un negocio más, sino que, los medios de información, que básicamente monitorean
la educación no formal, son intocables.
En
razón de tal estrategia (supra) es
que, nuestro vocero, siempre ha condenado la corrupción, pues esta lacra se da
porque la educación no está cumpliendo con el propósito que hoy en el mundo es
el más importante: valores. Walter Peñaloza nos ha dejado una reflexión en el
campo pedagógico al referirse a los Propósitos
de la Educación (2003), entre los cuales, insistimos, hoy día, fundamentalmente
en el Perú y nuestra región Ancash, el más importante –sin duda- es desarrollar
y formar actitudes valorativas, tanto en la escuela, colegio, universidad, como
en la casa, la calle, la iglesia y todos los lugares donde es posible cultivar valores;
creemos que la educación, por su vertiente moral, tal vez, es el único
instrumento de salvación que le queda al hombre.
En
razón de tal estrategia es que, también, paralelamente a nuestras críticas,
hemos tratado de entregarles, a ustedes amables lectores, selectos artículos de
corte cultural básicamente, formativos antes que informativos.
En esta octava
entrega, hemos escrito una sucinta remembranza de nuestras acciones emprendidas;
resalta sin duda la palabra escrita en esta revista que llegó a su número ocho.
En sus páginas jamás faltaron los artículos aleccionadores de nuestro muy
prestigioso libertano Don Manuel Reina Loli, a quien sea motivo ésta para expresarle
nuestra más profunda gratitud. Esta vez nos obsequia un trabajo referido a la
cultura ancashina en el siglo XVIII. El Arql. Steve Wegner, incansable investigador
y amante de la cultura ancashina, nos ha hecho llegar un importante material de
su hallazgo, relacionado a uno de los directores más preclaros que ha tenido
nuestro Colegio. En el campo de la literatura ancashina tenemos un trocito de lo
que será el primer libro de la literatura ancashina -que tanta falta nos hace-
que está escribiendo nuestro inquieto escritor libertano Prof. Carlos Toledo Quiñones.
En la misma línea, Nelly Villanueva nos hace reflexionar sobre el encuentro en
la eternidad (2001) de Carlos Eduardo Zavaleta y Ernesto Sabato Ferrari,
dos escritores latinoamericanos de talla
universal. Siempre en todos los números “Alma Libertana” ha tenido un espacio
para el mensaje de los libertanos que regresan a su alma máter para festejar
sus bodas de oro; esta vez le tocó a la promoción 1963; con los pormenores de
la fiesta del/para el recuerdo nos deleita nuestro amigo, periodista y escritor
del Paraíso de las Magnolias, Carlos Garay Veramendi.
Finalmente,
queremos decir que mientras los “políticos” en el parlamento se pasan el tiempo
aburriendo al pueblo con discusiones que no conducen a plantear soluciones a
los problemas nacionales (pobreza, corrupción, calidad de la educación, en
particular la universitaria, depredación del medio ambiente, consumismo,
tendencia a la monopolización de los medios de información), los males tienden
a agudizarse. Esta actitud de la mayoría de los congresistas es la que a muchos
ciudadanos los lleva o bien (1) a la indiferencia, (“El opuesto del amor no es
el odio, pero si la indiferencia”, dice
el gran Leonardo Boff), o bien los
conduce (2) a la mediocridad, a ser repetidores de los medios masivos de
información, que a su vez, maquillan los entredichos de los “políticos” a los
que nos estamos refiriendo. Ambas alternativas, opuestos a los principios
educativos, terminan anclados en el templo del endiosamiento de los bienes materiales, el egoísmo y desconocimiento
de lo que es compartir (“La Tierra está dando señales inequívocos de que ya no
aguanta más“, alerta el gran Leonardo Boff).
Pero
nosotros, curados del aburrimiento que amasan nuestros “políticos” (muchos ya
en campaña electorera), quijotes al fin, seguiremos buscando un alivio a este sistema
enfermo -donde cada cinco segundos un niño menor de cinco años
muere de hambre o desnutrición- debido al modelo moral de poseer dinero por
poseer, modelo perverso que deja a la gente sin protección al acoso del consumo,
modelo constructor de indiferencia, un mal que se está generalizando también en
un considerable sector pensante. Cual quijotes, seguiremos hasta “quemar” el
último “Alma Libertana”. WAVITA
Contra portada: Decreto del Congreso Constituyente firmado por el Presidente Gral. JOSÉ DE LA MAR, creando el COLEGIO DE LA LIBERTAD. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar, en "Seleccionar perfil", seleccionar "nombre/URL" (en caso de no tener cuenta en google)