Walter Arsenio Vidal
Empezaban los 60. El país
pasaba de una economía agro-exportadora a una economía minero-exportadora más
diversificada, al tiempo que salía fácilmente de la crisis económica del 58,
gracias al alza de los precios del algodón y del azúcar y no a la intervención
del FMI. Sin embargo el país entraba a una crisis política creada por el mismo
gobierno.
El 8 de
abril de 1960 se promulgó la ley universitaria
13417 que por un lado expandía el sistema universitario con la creación
indiscriminada de universidades de escasa calidad académica, pero, contrariamente,
por otro lado, le quitaba la categoría universitaria a la Escuela Normal Superior
(ENS) “Enrique Guzmán y Valle”.
Naturalmente nuestra
Escuela -profesores, alumnos, padres de familia y población de Chosica- rechazó
tremenda prepotencia y abuso de la política legislativa.
El jueves 21 de abril el diario
“La Prensa” informaba: Encargan Dirección de ENS. “El Comercio” daba cuenta que la Federación
Universitaria de San Marcos (FUSM) había decretado una huelga indefinida en
apoyo a la ENS. El Presidente de la Federación de Estudiantes del Perú (FEP)
anunció un paro de 24 horas en apoyo a La Cantuta. Los profesores de educación
primaria, secundaria y técnica pedían la renuncia del ministro de educación y
del director de educación normal. La fuerza policial que rodeaba nuestra
Escuela intensificaba el cerco para impedir el ingreso de víveres.
Aunque
ocurrieron hechos dramáticos muy lamentables durante los días del cerco policial,
nuestro comportamiento fue extraordinario, lo tomamos con bastante calma e inteligencia,
no faltaban hechos anecdóticos que nos sacaban de nuestra seria preocupación,
como el discurso de nuestro compañero Futuri Cuturi en la Asamblea que discutía
la marcha de sacrificio, Futuri dijo: “¡Compañeros, no estamos solos en nuestra lucha;
estamos rodeados...!”.
Pero el cerco aislaba el
conflicto, y en esas circunstancias era difícil expandir la lucha, por lo que la
Asamblea súbitamente acordó la Marcha de sacrificio a Lima. Esa misma noche, del jueves 21 de abril,
emprendimos la caminata hacia Lima. La población de Chosica se enteró rápido y
nos dio una despedida muy cálida, muchos nos acompañaron hasta cierta parte y
algunas madres de familia marcharon hasta Lima. A las 2 y
minutos de la madrugada acampamos a la altura de Ñaña. El campamento habían
organizado los dirigentes de la FEP, FUSM, de la Universidad Católica,
Asociación de Centros de Ingeniería y de Agronomía.
A las 5.15 a.m. seguimos
avanzando hasta Santa Clara, donde desayunamos y descansamos media hora. A las
9.15 a.m. estábamos en Vitarte y a las 11 nos detuvimos a la altura de Santa
Anita. Diversas instituciones distribuían bebidas, frutas y otros alimentos desde
sus camionetas y automóviles. A las 12 del día llegamos a Hierbateros; el
Coronel Muente y el Prefecto de Lima, permitieron el paso de los profesores,
alumnos y madres de familia. Silenciosamente ingresamos a Lima, por ambos lados
de la pista de la Avenida Grau, hasta Abancay, donde nos dio encuentro el
grueso de los estudiantes de San Marcos, Ingeniería, Agronomía, La Católica y
Bellas Artes.
El grupo de manifestantes
creció en algo así como cuatro o cinco mil estudiantes, que rebasó el Patio de Derecho de San Marcos.
Al pasar Frente al Ministerio de Educación, todos los manifestantes gritaban
“Cueva de ladrones”, “Sepulcro blanqueado”. Al fin, después de 16 horas de
marcha ingresamos, al Gimnasio de San Marcos, siempre en medio de aplausos. En
una actuación improvisada el Presidente de la FEP Oscar Espinosa dijo:
...“habéis escrito una página brillante de la historia de las luchas
estudiantiles […] hecho que no se había registrado jamás en el Perú”. El Presidente
de la FUSM, Campos Lama, dijo “América en estos días ha contemplado dos cuadros
diferentes con relación al movimiento de los estudiantes: en el pueblo hermano
de Venezuela el estudiantado ha salido a defender al Gobierno que ellos creen
representa genuinamente la voluntad de las mayorías populares; y en el Perú
estamos viendo cómo el Gobierno arroja a los alumnos de su propia casa”. Finalmente
el Presidente de la Federación de Estudiantes de la ENS (FEENS), Rafael
Urrunaga, dijo: “hemos tenido que abandonar la Escuela porque ha dejado de
existir…”.
Después de la ceremonia se
sirvió un almuerzo preparado por las alumnas de San Marcos y La Católica, que
consistió en una ensalada, huevo duro, fruta y refresco. En la noche, la mitad
de los alumnos pernoctaron en el piso de
madera del Gimnasio, algunos durmieron en el local de la Ciudad Universitaria,
otros recibieron ayuda de sus comprovincianos en Lima y durmieron en un hotel o
en su casa.
1.
Este
hecho que estamos conmemorando ES PARTE DE AQUEL PROCESO PEDAGÓGICO QUE VENIMOS
LLAMANDO “EXPERIENCIA CANTUTA” desarrollada en un sistema integral de formación.
2.
De
esta primera conclusión podemos deducir varias premisas, por ejemplo una: para
hacer un cambio en el Perú hay necesidad de luchar y eso implica violencia.
Dos: para enseñar-aprender, el maestro, en algún momento, tiene que salir de su aula.
3° El hecho que conmemoramos se circunscribe
en un marco de VALORES HUMANOS, como LA DIGNIFICACIÓN DE LA CARRERA DOCENTE.
4° Finalmente, es preciso inscribirlo en un
proceso más amplio que la mera evocación casi nostálgica de las promociones 1960,
61, 62. Creo que no se ha investigado este
hecho histórico-educativo ocurrido en el Perú con suficiente profundidad para
hacer planteamientos de mejora de la educación peruana.
Como siempre interesante tu publicación, estimado Walter. Admirable la onquietud de la juventud del ayer y el espíritu solidario de los estudiantes.
ResponderEliminarEs lamentable que los gobiernos de turno no le den importancia, menos un reconocimiento, al rol del docente. En aquella ocasión la lucha fue, en realidad, por la dignidad del maestro (primario, secundario, superior), por lo que, comprendiendo eso, se sumaron todos los maestros de los niveles primario, secundario y muchos estudiantes universitarios del país. Ahora el magisterio necesita capacitación y buena remuneración. Sí, la juventud de antes parecía más compenetrado con la problemática del país.
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