EL LEGADO DE TERESA GONZALES DE FANNING
(Nepeña, 1836-Miraflores,1916)
Nelly Villanueva Figueroa
Es preciso
resaltar el valor de Teresa Gonzales de Fanning, porque enarboló la lucha por los derechos de la
mujer, abriendo el camino para que otras mujeres nos legaran una mejor
situación en la que estamos ahora.
Teresa
Gonzales de Fanning pertenece a la primera generación de mujeres ilustradas del
Perú. Fue contemporánea de Elvira García y García, Lastenia Larriva, Mercedes
Cabello, Clorinda Matto de Turner, María Jesús Alvarado Rivera y Juana Manuela
Gorriti. Nació en Nepeña en 1836 y fue una insigne educadora, escritora y
periodista ancashina, una figura importante de la historia peruana, cuya vida y
obra merecen ser revaloradas y difundidas.
En “El
Comercio” del 4 de marzo de 1898, hace esta denuncia:
“Uno de los convencionalismos de
nuestra época es halagar a las mujeres y al pueblo, para hacerlos más
manejables: Como a los convalecientes y a los niños, se les entretiene, para
que sean dóciles.”
Este
temperamento es destacado por Jorge Basadre que la califica como “franca,
valiente y elevada”, precursora de la formación cultural de la mujer, por lo
que, debemos rescatarla del olvido.
En efecto,
Teresa Gonzales de Fanning fue la primera en pensar que la mujer debe
prepararse para la vida, a fin de no depender económicamente. En su LICEO,
alistó a la mujer cívicamente y el
resultado recién se vio, cuando un siglo más tarde, en 1955, se conquistó el
voto femenino, con el reconocimiento del derecho de la mujer, de elegir y de
ser elegida.
Defendió la
educación laica de las jóvenes, con una formación más completa y efectiva
dirigida a lograr la igualdad de conocimientos y de preparación tanto de
hombres como de mujeres. Más allá de la simple educación de la mujer, destinada
únicamente a labores domésticas, incluyó las disciplinas científicas y
filosóficas. Justamente, como una forma de liberación femenina, se dedicó a la
Literatura, actividad vedada para las mujeres, por lo que sus primeras
creaciones, las escribió bajo los seudónimos “María de la Luz” y “Clara del
Risco”. Simultáneamente a su labor pedagógica, escribía artículos periodísticos
y narraciones de primera calidad.
A sus
virtudes de educadora y precursora de la defensa de los derechos de la mujer se suma su gran pasión literaria. Esta afición la
involucró en las actividades culturales, como las veladas literarias
organizadas por María Gorriti y por el exclusivo círculo “El Ateneo de Lima”.
En estos tiempos de oscurantismo para la mujer, convirtió su casa en un faro
cultural. Al adquirir prestigio, salió del anonimato, firmando sus obras con su
mismo nombre.
Su espíritu
fue puesto a prueba por la adversidad. La rebelión de los peones de su
hacienda, la obligó a huir a Lima, trance en que perdió a sus pequeños hijos.
Este hecho trágico está en la base de su novela “Roque Moreno”. También, durante
la guerra con Chile, murió su esposo, perdió su casa y sus enseres. Afrontó su
viudez con toda entereza, actitud que está reflejada en su obra “Indómita”.
Entre 1886
y 1904, publicó las siguientes obras:
·
“Ambición y Abnegación”:
Novela corta.
·
“Regina”, de estilo castizo y
depurado, que mereció ser premiada con medalla de plata, en un concurso internacional.
·
“Indómita”: Novela, en cuyas
páginas, como hemos dicho, retrató su voluntad de vencer al destino.
·
“Roque Moreno”: Novela histórica
que se publicó por entregas, en la Revista de Derecho de Buenos Aires,
“Historia y Cultura”.
·
“Lucecitas”: Compilación de
narraciones, relatos y ensayos ocasionales que habían sido publicados antes, en
los periódicos limeños, con un prólogo elogioso de la célebre escritora española,
Emilia Pardo Bazán. En esta obra se nota cierta influencia en su estilística,
de Abraham Valdelomar.
Como vemos, Teresa Gonzales de
Fanning cultivó el género narrativo y ella misma se señaló como “excesivamente
romántica”. Recibió premios y reconocimientos de los diarios de Lima, donde
también era articulista, consagrándose como excelente escritora y
revolucionaria de la época.
Para apreciar el valor literario de
la autora, nos referimos a su obra “Roque Moreno”, cuyo argumento es el
siguiente: Mediante el símbolo de los
nombres, se oponen dos tipos sociales diferentes: Por un lado, se halla el
cruel Roque Moreno, quién, a pesar de ser mulato, tiene más de 300 esclavos que
viven en pésimas condiciones. Por otro, se muestra a don Justo de la Vega
Hermosa, que trataba tan bien a la servidumbre, que más que amo, era un patriarca, “padre indulgente y previsor”
La mayor parte del argumento se
concentra en Roque Moreno y sus esfuerzos por apoderarse del oro perteneciente
a don Justo, cuyo comportamiento es muy puro.
Este simbolismo no funciona en términos absolutos. El mulato no
representa al mal en un 100% en forma
maquiavélica, ya que posee ciertos principios morales que le hacen ayudar al
español, en ciertas ocasiones.
Roque Moreno sostiene lo absurdo del deseo independicista de un conjunto
de criminales que usan la insurgencia, como pretexto para sus delitos. Al
final, ambos mueren: Don Justo por ser godo, en manos de los alzados, en los
arrabales de la capita;. Roque, asesinado por un esclavo, al que había tratado
mal. Ninguno de los dos se queda con el oro.
La autora parece indicar que el régimen debe morir, para dar paso a uno
nuevo, con el triunfo de la independencia.
La narración también aporta una ideología feminista, ya que en ella, los
hombres son los que concretan los crímenes y las mujeres, como la esposa de
Roque, doña Chabelita, encarna en el plano público, a la verdadera
civilización, a la moral, sin dejarse penetrar por la codicia y el egoísmo, aunque
en ciertos momentos de debilidad, se siente atraída hacia don Justo, por su
manera delicada y carácter bondadoso.
La obra, además, revela hispanismo: Saluda y reafirma una identidad
nacional a partir de la independencia, pero todavía muestra un lazo fuerte con
el pasado colonial y monárquico. Así, el personaje central, Roque Moreno, es un
claro ejemplo de la figura del español, el clásico sujeto que además de tener
noble sangre, es noble de espíritu. Los patriotas resultan ser una pandilla de
delincuentes. Así mismo, la obra
reproduce años terribles y heroicos a la vez, cuando los esclavos toman la
decisión de asesinar a sus respectivos amos,
para llegar a Lima. Por los papeles de hombres y mujeres, blancos y
negros, la novela es un laboratorio interesante, para ver la mutua fundación de
raza y de género.
El contexto en el que fue escrita, corresponde a fines del siglo XIX e
inicios del XX, donde los hombres se dedicaban a ser poetas o ensayistas y las
mujeres, se dedicaban a la narración, recurriendo al pasado, con el fin de
reparar un presente defectuoso.
Luego de la guerra con Chile, la reconstrucción de la Biblioteca
Nacional, da a las mujeres, la oportunidad de salir del aislamiento social y
político, e introducirse al discurso oficial , escribiendo novelas históricas,
cerca al primer centenario de la Independencia, cuando está apareciendo con
éxito, el indigenismo y las personalidades de Haya de la Torre y Mariátegui,
que dan nacimiento al APRA y al Partido Comunista, durante el ocaso de la república
aristocrática. En la época de Teresa Gonzales de Fanning, estaba prohibido
remitirse al pasado inmediato, por temor
a herir a personas todavía vivas o a sus descendientes.
El Perú, pese a la presencia de
Guamán Poma de Ayala y del Inca Garcilaso de la Vega, a inicios de la colonia,
no destaca en la narrativa histórica. Por ello, es significativo que mujeres,
como Teresa Gonzales, Clorinda Matto, Angélica Palma, se dediquen a este género
y salgan así, del injusto aislamiento.
A contracorriente con lo que
ocurre en otros países, la independencia no es un tema épico de nuestra
literatura, sino un objeto de nostalgia
por el recuerdo de lo perdido, en pos de un futuro dudoso. Ricardo Palma toma
la parte alegre de la historia y considera que la independencia no es un tema apropiado para las tradiciones.
Además, muchos criollos permanecieron fieles al régimen español, porque querían
preservar sus privilegios. Por ello, algunos padres realistas, se enfrentaron a
sus hijos patriotas, originando una ruptura familiar y un antagonismo entre
generaciones. La independencia no era pues, un tema querido para muchos, sino
algo incómodo que traía malos recuerdos, aunque al final, la fuerza de la
independencia opacó a estos conflictos.
La obra “Roque Moreno” tiene entonces un valor histórico, literario y de
reivindicación femenina. Según los críticos, recrea la energía de la
independencia, con sus patriotas que buscan venganza. Teresa Gonzales conserva
en su espíritu, como vivificadora savia, la tradición liberal de los que
contribuyeron a la emancipación de este continente.
La mejor manera de apreciar una obra es leyéndola. Sí así lo hacemos,
descubriremos en “Roque Moreno”, algunas características:
-
Uso de metáforas, como las
referidas al “León de Iberia y sus potentes garras” (España) o a “los dientes
de la Inquisición” que ajusticiaba cruelmente a los acusados de herejía.
-
Elementos del modernismo:
Términos como “ópalo”, “zafir”, nombramiento de dioses mitológicos a lo largo
de los capítulos.
-
Presencia del tema de la
independencia del Perú y de la liberación de España del poder de los árabes,
con la derrota el rey Boabdil.
-
Nostalgia por el pasado: Al
hacer el retrato de don Justo de la Vega, con todas las virtudes de un noble
español: “Todas las virtudes de los
antiguos caballeros españoles que tan en desuso van cayendo; como han caído, la
capa de doble cuello y el faldellín de nuestros abuelos”.
-
Buen estilo y ágil
narración en general.
Fragmentos de “Roque Moreno”
“Allá en los tiempos que fueron y que no volverán
a ser, cuando aún no nos obligaba el
ayuno, ni presentíamos el sufrimiento, sino que el horizonte de la vida se nos
presentaba teñido de ópalo y zafir, oímos a los ancianos de la familia, el
siguiente auténtico episodio, ocurrido en estas tierras que Carlos V nombró
Castilla del Oro y que pugnaba ya por ser república peruana a despecho del León
de Iberia y de sus potentes garras.”
Al referirse a don Justo:
“Creyente dijimos, y en verdad, lo era tanto y
tanto se extremaba en el cumplimiento de los deberes cristianos, que no sólo
desmentía plenamente la maliciosa especie de la ascendencia morisca con que lo
gratificaban sus contemporáneos, sino que se ponía a cubierto de toda sospecha
por donde hubiera podido hincarle el diente la Santa Inquisición”
“Decían otros que se suponían mejor informados
que, próximo a casarse el Señor de la Vega Hermosa con una noble sevillana, de
peregrina hermosura, con toda la sal y la gracia de la tierra de María
Santísima, muriósele casi repentinamente la novia; por lo que, cual otro Duque
de Gandia, desengañado de las humanas grandezas, habíase venido a América a
vivir en la soledad y con el propósito de emplear su inmenso caudal en cierta
fundación piadosa cuyo plan maduraba.”
Interesante revaloración de Teresa González. Maestra y literata. Bien, Nellita, destacas la labor de maestra-literata de Teresa González, en Roque Moreno hay rasgos autobiográficos y de los juegos de oportunismo que la política sigue arrastrando, junto a la corrupción.
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