MI PRIMER MAESTRO
Nelly Villanueva Figueroa
Tu cara adusta, tu semblante
serio
escondían un tierno corazón.
Estabas listo para el castigo,
pero también para el cariño.
¡Cuántas veces encorvaste tu
espalda,
para llevar a nuestra mesa, el
pan de cada día!
¡Cuántas veces encalleciste tus
manos,
para levantar, adobe, tras
adobe, nuestro tibio refugio!
¿Acaso n o hubo amor
cuando subías al capulí
a recoger, para mí, sus dulces
frutos?
¿Acaso no fue el amor
el que te hacía arreglar mis
zapatos
y soñar, para mí, caminos de esplendor?
¿Acaso no me diste amor,
cuando al calor del fogón,
me arrullabas con mágicas
canciones?
¿Qué oficio no conocías?
Te vi hacer de todo:
Tornear la madera, entrelazar la
totora;
teñir la bayeta, tejer la
frazada;
trillar el trigo, hornear la
masa …
¡Qué deliciosa tu huerta!
¡Qué fiesta de color tu jardín!
Tú me enseñaste a leer,
a buscar en la Biblia,
maravillosos “cuentos”
que nutrieron mi niñez.
Contigo aprendí el ritual de la
Misa.
Tú, con chaleco y bastón;
Yo, con vestido dominguero,
honrando al buen Dios que todo
lo ve.
Naciste un 27 de julio,
junto con la Patria libre.
Por eso, (te digo en secreto):
Yo desfilaba para ti.
Recuerdas el día en que
Jalé tu estaca de uvas,
Para hacer de ella, mi caballo?
¡Cuánto, cuánto me dolió el
jalón de oreja!
Pero también a ti te habría
dolido
el tirón que di a las raíces de
tu planta.
Un día vi en tus ojos, el brillo
del orgullo.
¡Tu niña mimada convertida en
maestra!
Aleteo alegre de pajaritos en tu
pecho.
Bullicios y trajines en mi nueva
casa
Relegaron tu presencia;
Mas ahora que ya no estás aquí,
¡Cómo quisiera que vuelvas!
para hacer nuevamente contigo.
la ronda del amor y de la
esperanza.
MAESTRO PRIMERO, abuelo
querido:
¡Cómo iluminas mi sendero!
LA FE DEL MAESTRO
Walter
Vidal Tarazona
Solitario cincel
de plata clavado en la dulce madera,
más bella
que la espada de Javier en el aire;
manos modelando
amores en la fina arcilla,
magnolia más
bellas en el árbol frondoso;
así estas, en
los niños, amasando sus sueños.
Creces, te
ilustras, robusteces y recorres recorridos
entras por
la puerta ancha al pedestal
a formar y
reformar saberes, sentimientos, anhelos
de la
juventud que busca rehacer el mundo;
así estás en
los chicos que hornean sus sueños.
Te ha traído
tu primigenia vocación, tal vez;
pero te
hiciste acero, luz, conocimiento, pensamiento.
Ahora eres
Maestro de maestros, de pensadores,
ingenieros,
médicos, desde filósofos hasta abogados.
Todos
flameando sus actitudes de ética y verdad.
Continúa tu existir
soñando. No crees, a veces.
Te ves en el
espejo y sonríes a tu dolor amoroso,
y aunque eres
tu trayecto y has caminado tanto;
sigues enseñando sin cansancio y sin apuros,
aprendiendo
a amar y a entregarte por entero.
Escribes
estrellas y arpegios. Estás realizado.
Y si no
estás satisfecho, Maestro,
no existe la
nada, la vida sigue viviendo
de otra
manera. Pero antes de partir, por si acaso,
has añadido otro conocimiento: la fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar, en "Seleccionar perfil", seleccionar "nombre/URL" (en caso de no tener cuenta en google)