Nelly Villanueva Figueroa
En todos
los países, se dedica un día de homenaje a los maestros, por ser guías que
conducen hacia nuevos horizontes. En el Perú, el 6 de julio es el “Día del
Maestro”, recordando la creación de la primera Escuela Normal, por el
Protector, General don José de San Martín, el 6 de Julio de 1822. La fecha fue
oficializada, durante el gobierno del General Manuel Odría, en reconocimiento a
la sacrificada labor de enseñar y orientar que cumplen los maestros, más de las
veces, en las más duras condiciones.
La creada Escuela Normal llegó a ser
el Instituto Superior Pedagógico “Enrique Guzmán y Valle”, que ahora tiene
jerarquía universitaria, con sede en la Cantuta-Chosica. En ella se aplicaba el
método lancasteriano, mediante el cual, los mejores alumnos se convertían en
monitores, para contribuir a la formación de sus condiscípulos.
Desde tiempos del Tawantinsuyo,
hasta nuestros días, los maestros transmiten conocimientos y valores, de
generación en generación, con mucha creatividad y generosa paciencia.
Los Amautas, venerables ancianos, no
sólo enseñaban en el Yachaywasi, sino
también formaban parte del Consejo Imperial. En las demás épocas de nuestra
historia, han existido maestros ejemplares como José Antonio Encinas, Jorge
Basadre, Raúl Porras Barrenechea, Carlos Cueto Fernandini, Francisco Izquierdo
Ríos, entre otros. En Ancash, Alejandro Collas Páucar es modelo de enseñanza
con la alegría y el dinamismo del ritmo musical; Delia Figueroa Arévalo es una
demostración de los resultados que se logra con el amor y el trato
personalizado; Juan Cadillo León es modelo de maestro de vanguardia, a tono con
las exigencias de la era digital.
El significado de maestro va más
allá de la transmisión de conocimientos. Se refiere más bien a la vocación de
servicio para sembrar y cultivar valores. Al maestro no sólo se le encuentra en el aula, sino
también en las diferentes etapas de la vida y en los diferentes escenarios
geográficos, dotando de herramientas para que sus pupilos sigan aprendiendo.
Más que teorías o doctrinas, entrega sabiduría para vivir rectamente. Los
padres dan la vida, pero los maestros enseñan a vivirla
Ser maestro es un honor y una
responsabilidad. Trasciende al título. Es una cuestión de mística, de entrega,
de pasión. José Antonio Encinas decía: “El más alto cargo que un ciudadano
puede desempeñar en una democracia, es el de maestro de aula.”
El maestro enseña a ser limpios por fuera y por dentro, a
ser mejores cada día, a amar a Dios y a la Patria, a ser personas íntegras, con
dignidad y decoro.
A los maestros se les conoce por sus
frutos, por sus logros con sus alumnos y con su comunidad. Los mejores son los
que se transforman en puentes para que sus discípulos los franqueen.
El buen maestro empieza a enseñarse
a sí mismo. Enseña con el ejemplo, antes de hacerlo verbalmente. Justamente, su
autoridad está en vivir lo que predica. Con él, el mal estudiante se convierte
en bueno y el buen estudiante, en superior. El maestro actual no es el sabio
antiguo, ni enseña de todo; pero despierta gran deseo por seguir aprendiendo y
renueva el entusiasmo, clase tras clase, saliendo de la rutina.
Como Jesús, el Maestro de Maestros,
usa técnicas para hacer más comprensibles sus enseñanzas. Se adapta al lento
caminar de su alumno, a su gradual aprendizaje.
Educar no es dar una carrera, sino
templar el alma para afrontar las dificultades de la vida. Como dice Pitágoras,
el objeto de la educación es formar seres aptos para gobernarse a sí mismos y
no sólo para ser gobernados. Enseñar es un ejercicio de inmortalidad, para
perdurar en el porvenir.
Por nuestra parte, vaya nuestro
cariñoso saludo, a todos los consagrados a la enseñanza, a todos los que dejan
huellas en la mente y en el corazón de nuestros niños y jóvenes. Un saludo
especial a OLIMPIO COTILLO, que ejerce un magisterio permanente en el
Periodismo; a WALTER VIDAL, ejemplo de constancia y de fe inquebrantable en la
difusión del pensamiento ancashino.
Indudablemente, el 6 de Julio es la
fecha más significativa del Calendario Cívico Escolar, una oportunidad para que
los alumnos expresen su gratitud a sus maestros:
-
“Gracias maestros por su amor”
-
“Gracias maestros por ser
nuestros guías”
-
“Gracias maestros por alumbrar
nuestro camino”
¡FELIZ DÍA MAESTROS DEL PERÚ!
Los que somos maestros,
renovamos nuestro compromiso de seguir abriendo caminos, hacia una sociedad más
justa y solidaria.
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