domingo, 5 de julio de 2020

HOMENAJE AL MAESTRO

Nelly Villanueva Figueroa  


             En todos los países, se dedica un día de homenaje a los maestros, por ser guías que conducen hacia nuevos horizontes. En el Perú, el 6 de julio es el “Día del Maestro”, recordando la creación de la primera Escuela Normal, por el Protector, General don José de San Martín, el 6 de Julio de 1822. La fecha fue oficializada, durante el gobierno del General Manuel Odría, en reconocimiento a la sacrificada labor de enseñar y orientar que cumplen los maestros, más de las veces, en las más duras condiciones.

            La creada Escuela Normal llegó a ser el Instituto Superior Pedagógico “Enrique Guzmán y Valle”, que ahora tiene jerarquía universitaria, con sede en la Cantuta-Chosica. En ella se aplicaba el método lancasteriano, mediante el cual, los mejores alumnos se convertían en monitores, para contribuir a la formación de sus condiscípulos.
            Desde tiempos del Tawantinsuyo, hasta nuestros días, los maestros transmiten conocimientos y valores, de generación en generación, con mucha creatividad y generosa paciencia.
        Los Amautas, venerables ancianos, no sólo enseñaban  en el Yachaywasi, sino también formaban parte del Consejo Imperial. En las demás épocas de nuestra historia, han existido maestros ejemplares como José Antonio Encinas, Jorge Basadre, Raúl Porras Barrenechea, Carlos Cueto Fernandini, Francisco Izquierdo Ríos, entre otros. En Ancash, Alejandro Collas Páucar es modelo de enseñanza con la alegría y el dinamismo del ritmo musical; Delia Figueroa Arévalo es una demostración de los resultados que se logra con el amor y el trato personalizado; Juan Cadillo León es modelo de maestro de vanguardia, a tono con las exigencias de la era digital.
            El significado de maestro va más allá de la transmisión de conocimientos. Se refiere más bien a la vocación de servicio para sembrar y cultivar valores. Al maestro  no sólo se le encuentra en el aula, sino también en las diferentes etapas de la vida y en los diferentes escenarios geográficos, dotando de herramientas para que sus pupilos sigan aprendiendo. Más que teorías o doctrinas, entrega sabiduría para vivir rectamente. Los padres dan la vida, pero los maestros enseñan a vivirla
          Ser maestro es un honor y una responsabilidad. Trasciende al título. Es una cuestión de mística, de entrega, de pasión. José Antonio Encinas decía: “El más alto cargo que un ciudadano puede desempeñar en una democracia, es el de maestro de aula.”
            El maestro  enseña a ser limpios por fuera y por dentro, a ser mejores cada día, a amar a Dios y a la Patria, a ser personas íntegras, con dignidad y decoro.
            A los maestros se les conoce por sus frutos, por sus logros con sus alumnos y con su comunidad. Los mejores son los que se transforman en puentes para que sus discípulos los franqueen.
            El buen maestro empieza a enseñarse a sí mismo. Enseña con el ejemplo, antes de hacerlo verbalmente. Justamente, su autoridad está en vivir lo que predica. Con él, el mal estudiante se convierte en bueno y el buen estudiante, en superior. El maestro actual no es el sabio antiguo, ni enseña de todo; pero despierta gran deseo por seguir aprendiendo y renueva el entusiasmo, clase tras clase, saliendo de la rutina.
            Como Jesús, el Maestro de Maestros, usa técnicas para hacer más comprensibles sus enseñanzas. Se adapta al lento caminar de su alumno, a su gradual aprendizaje.
            Educar no es dar una carrera, sino templar el alma para afrontar las dificultades de la vida. Como dice Pitágoras, el objeto de la educación es formar seres aptos para gobernarse a sí mismos y no sólo para ser gobernados. Enseñar es un ejercicio de inmortalidad, para perdurar en el porvenir.
            Por nuestra parte, vaya nuestro cariñoso saludo, a todos los consagrados a la enseñanza, a todos los que dejan huellas en la mente y en el corazón de nuestros niños y jóvenes. Un saludo especial a OLIMPIO COTILLO, que ejerce un magisterio permanente en el Periodismo; a WALTER VIDAL, ejemplo de constancia y de fe inquebrantable en la difusión del pensamiento ancashino.
            Indudablemente, el 6 de Julio es la fecha más significativa del Calendario Cívico Escolar, una oportunidad para que los alumnos expresen su gratitud a sus maestros:
-        “Gracias maestros por su amor”
-        “Gracias maestros por ser nuestros guías”
-        “Gracias maestros por alumbrar nuestro camino”

¡FELIZ DÍA MAESTROS DEL PERÚ!

Los que somos maestros, renovamos nuestro compromiso de seguir abriendo caminos, hacia una sociedad más justa y solidaria.

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