jueves, 30 de julio de 2020

FIESTA PATRONAL DE MI PUEBLO

DE EL: CONCURSO DE CUENTOS Y RELATOS ORGANIZADO POR EL EQUIPO DE REDACCION DEL LIBRO DE ORO DE LA PROVINCIA DE ANTONIO RAIMONDI CON COLABORACIÓN DE LOS PROFESORES DE LOS CENRTROS EDUCATIVOS.



FIESTA PATRONAL DE MI PUEBLO

Autora:
 ZULMA MAGALY ESPINOZA VERAMENDI
I.E: “JULIO C. TELLO” – CHINGAS
CICLO: VII


Nací en un pueblo maravilloso, testigo y guardián de los pueblos raimondinos, situado bajo las faldas del cerro Puka Rucu y Huarijircán, en cuyo sitio se halla el patrón de esta tierra: Santísima Cruz de Huarijircán, donde cada 14 de setiembre, fecha inolvidable, especial, trascendental y con gran significado religioso, social y folklórico es homenajeado por la gente devota del pueblo de Chahuarcón.

De tal modo que en responsabilidad de una familia y la ayuda y apoyo común se acontece esta costumbre de cultura viva que a continuación relataré.
Anticipadamente faltando unos meses los alférez inician su labor con el denominado yantaki, que consiste en cortar la leña del eucalipto; con el cual se prepara la riquísima chicha de jora para ello el alférez ofrece “uman caldo “ (con carne de ovino. A las autoridades, familiares y peones que concurren a la leñada voluntariamente.
Así mismo los siguientes días se vuelve a preparar la espumante chicha de jora y panes de diversos tamaños y sabores para distribuir a los parientes y amistades a quienes se les denomina LUMTSUY mayor y menor.
La fiesta se vive durante tres días dando inicio el día 13 con la bajada solemne de la cruz acompañada de los tesoreros de la cruz, los alférez del año y los fieles devotos para colocarla en la iglesia del pueblo rodeada de esplenderosas (sic) velas encendidas. Ese mismo día también, los alférez y quienes los apoyan plantan los árboles de eucalipto medianos uno al lado del otro unidas por la manta colorida adornada con cabezas de bueyes en cada esquina, frutas y tubérculos ¡que son toda una admiración! En el mismo una capilla hecha de grandes mantadas o telas donde las personas en cuanto acompañan puedan acomodarse en ello y de la misma manera, la banda orquesta se ubica en su interior, comúnmente a la hora del almuerzo.
De esta manera se inicia la gran fiesta con la alborota (sic) llegada de la banda de músicos; el alférez acompañado de su esposa, amigos e invitados y parientes  se dirigen a la curva de Manquey Jirca a recibirlos, que llegan en ómnibus procedente de Huaraz o de Huari por lo general. Allí los músicos interpretan melodías ancashinas, donde el alférez con el pueblo acompañante bailan muy contentos haciendo ruido con las avellanas y así bailando al ritmo del “pasacalle” se dirigen a la plaza entre huagillas, risas, silbidos y gritos. Después de bailar en rondas, la gente se dirige a la casa del mayordomo (como también se le puede llamar) para el almuerzo al que se conoce como COMÚN MICUY, donde uno disfruta deliciosos potajes del pueblo.
Ya cuando el sol esconde sus últimos rayos y la noche abre su camino se acontecen dos costumbres tradicionales: “EL ROMPE” y “JACA TSARI” organizado por los alférez, quien conjuntamente con sus familiares e invitados y la banda orquesta se dirigen bailando casa por casa para recoger cuyes, gallinas, cabritos u otro animal que las personas ofrezcan… después vuelven todos a casa; allí el alférez, su esposa y familiares rodeados por el público, nombran a uno quien se encargue de llamar por nombre a los “Lumtsuy”, quienes se van acercando  a entregar el cuy (y los otros animales junto con el ”Jaca Pichu” =picante de cuy). Concluido el acto se da inicio a un baile general guiado por los músicos interpretando los huaynos chahuarquinos, donde todos muy alegres bailan y gozan hasta la amanecida.
El 14-día central, después  de servirse exquisitas comidas y bebidas bien heladitas, los “responsables”, puestas sus bandas de mayordomo junto con la orquesta se preparan para salir a las calles bailando al ritmo del contagioso pasacalle. Así, se van dirigiendo a la plaza, las mujeres llevando a la manos sus pequeñas canastas rellenadas de panes y los varones con sus cajitas de cerveza al hombro, mientras algunos en su brazas con latas de “TANTA HUAWA”(pan en forma de muñeca). Al llegar a la plaza, cada alférez junto a su compañía se ubican al frente de la iglesia, es allí donde la gente se olvida del cansancio y las tristezas ya que ambos grupos rivales sanamente empiezan a bailar de manera de competitiva y cada cual a su estilo. Pero antes, los alférez entrantes para el próximo año reciben grandes cantidades de comida y bebidas a las que llamamos ”CUMPLIMIENTO”. Llegada la noche, después de la cena empieza el baile social, con música, amigos, familiares, cerveza y sin falta los castillos de fuegos artificiales, que a partir de la medianoche son prendidas para el espectar (sic) de niños y jóvenes y  a esa escena se le conoce como “VÍSPERA”.
En esas instancias la gente no da importancia al frío, el sueño, los zapatos ni la garganta ya que gritan, toman,  gozan y zapatean tanto ¡pobre! Hasta romper el piso…y se quedan hasta las últimas consecuencias.
La fiesta finaliza con el día 15, fecha más importante, tradicional y religiosa en honor a la Cruz de Huarijircan. Los chahuarquinos se visten para concurrir con mucha fe a la iglesia a oír la solemne  misa con el párroco de la provincia de Antonio Raimondi, que empieza a las ocho de la mañana y termina una hora después.
 Acabada la misa, algunos devotos de la cruz se ofrecen llevarla de vuelta, acompañados por la comunidad que con velas, cantos y flores  suben por el angosto camino hasta llegar al destino deseado. En la cima del cerro las personas aún siguen moviendo el cuerpo hasta el medio día que es hora de volver a la casa del alférez par degustar los últimos potajes tradicionales hasta el próximo año. Así mismo terminado el banquete continúa el bailongo con mucha destreza, para luego a partir de las cinco de la tarde despedir a la banda que partirán a su destino.
Así culmina este acontecimiento, que no solo es un espacio para bailar y estar contentos, sino también es un motivo para reunir familias y vivir bien con el prójimo…Siempre en agradecimiento de quienes e responsabilizan, las generaciones  que mantiene viva una parte de nuestra cultura y a la Cruz de Huarijircan que derrama bendiciones  sobre nuestra tierra, celebremos cada año la fiesta patronal.
¡VIVA EL FOLKLOR COSTUMBRISTA!
¡VIVA LA CRUZ DE HUARIJIRCAN!
VIVA ANTONIO RAIMONDI!
                                                          

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